María Dolores de Cospedal hizo de anfitriona ante el secretario general de la UMP francesa, Jean-François Copé, en la sede nacional del PP. Encima de la mesa, las políticas económicas necesarias para solucionar la crisis, la inmigración o la relación entre ambos países en materia antiterrorista.
"Hemos trabajado de forma general, destacando la colaboración entre los dos partidos", destacó Copé en una breve comparecencia en Génova, dando por hecho que Mariano Rajoy será el próximo presidente del Gobierno español, si bien matizó no trabajaron sobre la base de un escenario de adelanto electoral. "No depende del PP", recordó el representante francés.
En este sentido, ambos dirigentes se comprometieron conjuntamente a trabajar en el marco de sus laboratorios de ideas, que en el caso español es FAES, en cuyo campus también participa Copé. "Sacaremos lo mejor de los dos partidos", concluyó.
Por su parte, la secretaria general de los populares entró de lleno en la actualidad política, en una jornada en la que no se reunió el Comité de Dirección. Y lo hizo volviendo a apuntar contra Alfredo Pérez Rubalcaba, que el domingo se jactó de tener la receta contra la destrucción de empleo pero de tenerla reservada a su Programa Electoral.
"Sería casi delictivo tener la solución contra el paro y no haberla aplicado", sentenció Cospedal, que advirtió a renglón seguido que "en algún sitio tiene que estar la trampa" ya que "o no se quiso ayudar a España antes, o quien dice hoy que tiene recetas es que en el fondo no las tiene".
Además, la también presidenta de Castilla-La Mancha recalcó que la afirmación del candidato socialista fue "muy sorprendente" independientemente del votante. "Cuando -los españoles- ha oído esta declaración" se han preguntado "cómo es posible que la tenga y que no la haya aplicado durante todo este tiempo".
Y, para rematar, vio un elemento especialmente grave, que no es otro que Rubalcaba "sólo esté dispuesto a aplicar las medidas del paro si le votan". Razón por la cual, en declaraciones a este diario, el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, le exigió su dimisión inmediata.