El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, desmintió, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que haya firmado decreto alguno o normas para preparar la convocatoria de las elecciones generales y que, como publica el diario ABC, autorizarían por la licitación, y próxima contratación, de las empresas encargadas de suministrar los sobres electorales, las papeletas, las cabinas y para el escrutinio de los comicios.
"No, decretos ninguno. Ninguna norma. Lo que hay son procesos administrativos en marcha. Punto y final". Pero parecía desconocer el contenido de esos "procesos administrativos". "Si acaso he firmado alguno, que no lo se, porque contratos firmo en el ministerio ni se imaginan..."
Lo que sí descartaba es que los documentos supongan una incompatibilidad entre su condición de candidato y titular de la cartera de Interior ni un incumpliendo de su promesa de no participar en el proceso hasta que se retire del Gobierno.
"Desde luego, nada tiene que ver con la ética política del ministro del Interior. Nada que ver. Nada que ver. Son contratos normales que ahora cuando llegue al ministerio miraré, pero desde luego nada que ver con nada que tenga que ver con la política, ni con la actuación política, ni con decisión política. Y, por tanto, nada que tenga que ver con mi ética y con mi moral que no me permitiría jamás. Jamás", sentenciaba tajante el Portavoz del Gobierno.
Pérez Rubalcaba también desmentía la existencia de un informe que, según algunos medios, habría encargado el Gobierno a la secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes para conocer el límite máximo legal hasta la convocatoria de elecciones. "No. No hay tal informe, al menos que yo sepa. El gobierno no ha encargado..."
Grandes incógnitas, ninguna respuesta
Sin embargo, las grandes incógnitas sobre la duración de la legislatura, el adelanto electoral y la remodelación en el ejecutivo para permitirle a Rubalcaba ser tan sólo 'Alfredo', siguen sin obtener respuesta. El portavoz gubernamental echaba balones fuera apelando a la hora del almuerzo: "no tengo nada que decir. Nada, pero nada es nada ... lo digo por si alguien más quiere para que no pierda el tiempo y así podamos irnos a comer. Ya sé, ya se que son ustedes imaginativos, pero no me van a convencer".
Sobre un anticipo electoral tan sólo ha dicho que "la decisión del final de la legislatura corresponde al presidente del Gobierno". Aunque ha puesto sobre la mesa un argumento en contra de ese adelanto: la estabilidad parlamentaria del Ejecutivo. "Lo que el debate (del estado de la Nación) pone de manifiesto es que el Gobierno tiene apoyos parlamentarios". Y finalizaba sacando pecho porque en ese debate no perdieron ni una sola votación. "Yo fui portavoz dos años y creo recordar que perdí alguna resolución en algunos de los dos debates que yo llevé. Y creo recordar que todos los debates hemos perdido alguna resolución salvo éste".