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Rubalcaba, desabrido con los periodistas

El candidato ha sido el gran olvidado del Debate. Tal vez por eso se mostró desagradable con los periodistas que querían saber su opinión.

Al término del Debate sobre el estado de la Nación, los periodistas se dirigieron al candidato del PSOE a las próximas elecciones generales, el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, pero esto mantuvo su negativa a hacer declaraciones a los periodistas. Cuando salía del hemiciclo, fue nuevamente abordado por los informadores, a los que negó respuestas de forma desabrida: "Si me disculpan, estoy hablando con la ministra", espetó.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha terminado su participación en el Debate sobre el estado de la Nación  proclamando su "gratitud" al PSOE y queriendo dejar claro que su intervención no ha sido de "despedida".

Tras la intervención del portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, quien había asegurado que los diputados socialistas están "orgullosos" del liderazgo de Zapatero y que lo seguirán estando "hasta el final", el presidente subió a la tribuna para agradecer el apoyo. "Al Grupo Socialista, dos palabras nada más: gratitud y orgullo, mucho orgullo de vosotros", les dijo.

También tuvo palabras personales para su amigo Toño Alonso, recuperado después de la fuerte cefalea que le llevó al hospital el 10 de junio: "La mayor satisfacción personal de este debate es que el portavoz del Grupo Socialista haya sido José Antonio Alonso".

Terminado el Debate, tras casi diez horas de sesión plenaria a lo largo de dos jornadas, Zapatero expresó a los periodistas su "grandísimo respeto a la democracia y a todos los grupos parlamentarias", si bien negó que su discurso en este último Debate sobre el estado de la Nación fuera una despedida. "La verdad es que por la mañana (del martes) hice un discurso que no era una despedida, aunque sí había una despedida en el discurso
–comentó–. Por la tarde cumplí con mi responsabilidad de defender la tarea del Gobierno y de tener el combate democrático con Mariano Rajoy, que nos conocemos bien y somos unos clásicos en estos debates".

A continuación, Zapatero y su esposa, Sonsoles Espinosa, abandonaron el Congreso en su coche oficial. En el patio de la sede parlamentaria le despidieron con aplausos decenas de diputados del PSOE.

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