El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, contestó a Rajoy llamándole "mentiroso" y acusándole de "tratar de que las cosas fueran a peor". También auguró una victoria socialista en las próximas elecciones porque, a su juicio, el líder del PP está jugando "sólo en una dirección", la de negar la colaboración al Gobierno y "no asumir la responsabilidad del país". "Ha apostado por desear que las cosas no mejorasen para ver si mejoraba usted", exclamó.
Zapatero le acusó de analizar la situación económica sin tener en cuenta "ni el contexto internacional" ni "el impacto de la crisis financiera". En una muestra de la calidad de la oratoria que se escuchó en el Congreso, afirmó que Rajoy había mentido "a sabiendas" -siempre se miente a sabiendas- en datos como la renta per capita o la deuda española. "Usted ha eludido algo elemental, situarla en el contexto de nuestros competidores o de nuestros socios", dijo el presidente, que alardeó de nuevo de que el nivel de deuda vaya a situarse por debajo que en otros países. "Le acuso de dar cifras sobre nuestra evolución de riqueza que no se corresponden con la realidad", insistió.
En esta réplica, el presidente del Gobierno se creció: "Usted con las reformas tiene un problema muy serio: las pide, cuando viene aquí vota en contra y luego las vuelve a pedir. ¿Sabe cual es el problema?: no tiene criterio, ni plan, ni programa. ¿Qué reformas quiere?", preguntó elevando el tono.
En su alegato contra los populares, Zapatero afirmó que Rajoy había hecho, "quizás más que nunca", juicios inexactos "deliberados". "Es el perfecto perro del hortelano, ni apoya ni propone nada", dijo el presidente jaleado por los suyos. Terminó su alegato pidiendo a Rajoy "por favor" que proponga algo en vez de pedir una y otra vez elecciones.
En su nueva intervención, Zapatero centró sus críticas en acusar a Rajoy de no tener "posiciones concretas" en cuestiones como el despido o las pensiones. "Esto es lo que hay que decir, los temas sobre la realidad", proclamó el presidente, que cargó a continuación con la herencia económica de José María Aznar. "No es una buena herencia, muy baja productividad y mucho ladrillo", afirmó el presidente, antes de afirmar que se generó empleo "ficticio". "Si me arrepiento de algo, es de no haber pinchado o intentar pinchar la burbuja inmobiliaria", añadió Zapatero, que habló de "responsabilidad colectiva".
Rechazó haber presumido de datos económicos y también negó algunos de los datos negativos que puso Rajoy sobre la mesa. "Si no hubiera pasado lo de Grecia, nuestro diferencial estaría en unos términos razonables", alegó Zapatero. Pese a los recortes, también insistió en que su Gobierno es el que "más ha extendido las políticas sociales". "No había derecho a la dependencia, no había derecho a la maternidad, no había derecho a las becas", enumeró Zapatero para asombro general en las bancadas.
Insistió en rechazar adelantar las elecciones: "Ya las habrá, y los ciudadanos elegirán libremente a quien consideren más capaz (...) Vamos a ver si es usted a quien eligen".
Para cerrar el "cara a cara", el presidente le ha dicho que no le gustaría pensar que "en lo único que nos parecemos a Grecia es en la oposición", y ha insistido en reclamarle respaldo, y ello porque "las reformas de hoy corrigen los excesos de ayer y son la garantía de la prosperidad de mañana".
Al ser el último debate de política general de Zapatero, Mariano Rajoy ha aprovechado para, al margen de discrepancias políticas, desearle "lo mejor para su futuro personal y familiar". "Personalmente le deseo lo mismo, políticamente permítame que no pueda", le ha contestado Zapatero.