Un aspecto llamó la atención sobre todos los demás: el tono. La forma se ha impuesto al fondo en el debate más importante del año, el del Estado de la Nación. Mucho más bronco que el del año pasado y en el que los gritos, risas, batallas de aplausos entre bancadas y las llamadas al orden por parte de la Presidencia de la Cámara Baja han dado buena nota de hasta qué punto el Congreso advierte de un adelanto electoral en el otoño.
"Silencio, por favor". Las palabras de José han sido las más repetidas dentro del hemiciclo, sobre todo durante la hora y media en la que Rajoy y Zapatero ejecutaban su duelo parlamentario. Mientras Zapatero y Rajoy se enzarzaban en acusaciones de "mentir a sabiendas", insultos como "es usted el perro del hortelano", y comentarios sobrados como "le veo a usted nervioso y lo entiendo", las protagonistas eran las bancadas.
Era mencionar Rajoy un "adelanto electoral" y los suyos se emocionaban. Era hablar Zapatero de la "deslealtad del PP" y el sonido de los suyos mezclaba el aplauso con el aporreo de sus escaños, a modo de protesta. Ambas bancadas se han batido en duelo permanente durante casi dos horas para conseguir llevarse los aplausos más ruidosos y los gritos más ingeniosos.
Bono abronca a Moraleda
Tres voces sobresalían del griterío imperante. Las dos del PP, Rafa Hernando y Jorge Moragas, quienes no reprimieron sendos "¡Venga hombreeee!" hacia Zapatero por decir que no había política de becas ni maternidad con el PP. José Bono les recomendaba entonces que "contuvieran sus expresiones". No pudo reprender, eso sí, al diputado 'anónimo' que en ese momento lanzó un "¡Pero este tío está loco!".
La voz socialista abroncada por Bono fue la del ex secretario de estado de comunicación, Fernando Moraleda. El parlamentario socialista profería un "¡Vaya hombre de estado!" mientras el líder del PP insistía en su petición del adelanto electoral. Y cuando Rajoy se reía de los insultos contra él que Zapatero "traía escritos a máquina", Moraleda recordaba "¡Que ya hay ordenadores!", provocando las risas en las filas socialistas y la reprimenda de Bono: "No me obligue a llamarle al orden, señor Moraleda".
Marianopoulo y el adelanto electoral
Nada más terminar el duelo Rajoy-Zapatero, el debate se ha trasladado a los pasillos donde los grupos pretendían "intoxicar" a la prensa sobre quién había ganado el debate. Más numeroso era el grupo 'intoxicador' del PSOE, a lo que hacían referencia en el PP para decir que "quien no gana el debate dentro, intenta ganarlo fuera".
"Simplemente ha sido su despedida, su último debate parlamentario", decían en el pasillo los del PP. En el PSOE simplemente evitaban la cuestión para referirse a las palabras de Zapatero, quien hasta en cuatro ocasiones ha obviado de su discurso las palabras "el final de la legislatura".
Sin embargo, varios dirigentes socialistas reconocían su "sorpresa" por, dicen, haber ganado el debate. "Estábamos preocupados porque era fácil perderlo, pero al final lo hemos ganado de calle". "Hemos visto al mejor Zapatero y al peor Rajoy", se decían dos ministros al salir del plenario. Los socialistas hacían extensible a la red social twitter la broma que mantenían en los pasillos sobre el nuevo mote de Rajoy: Marianopoulo, en referencia al estilo de oposición griega que "no arrima el hombro ni piensa en su país".
"Pero, ¿en qué debate han estado ellos?", replicaba entre risas un dirigente del PP al comentarles las reacciones socialistas. "Desde luego, quien no se consuela es porque no quiere... Es la maniobra para vencer la frustración".
Los portavoces del resto de los grupos coincidían con los del PP al preguntarles cuál es el Estado de la Nación: "La legislatura está completamente agotada".