Los militares españoles desplegados en Afganistán siguen sufriendo día a día el acoso de los talibanes. Este martes, tuvieron que repeler dos nuevos ataques, que se saldaron con la muerte de otros tantos talibanes en la provincia de Badghis, ubicada al noroeste del país asiático.
El primero de esos ataques fue contra una patrulla conjunta de tropas norteamericanas, españolas y afganas junto a la localidad de Bazaar, próxima al puesto avanzado de Darrah e Bum. Los militares aliados respondieron a un grupo de insurgentes fuertemente armado, y como consecuencia del enfrentamiento fue abatido un insurgente y otro resultó herido.
El segundo, tuvo como objetivo el puesto avanzado Hernán Cortés, situado en la propia Darrah e Bum. Las tropas españolas repelieron el ataque y causaron la muerte de uno de los talibanes, resultando herido un segundo atacante.
Estos enfrentamientos entre tropas españolas y talibanes se producen apenas cuatro días después de que cuatro militares y un intérprete resultasen heridos de diversa consideración. El ataque se produjo el sábado, cuando un convoy de militares destinados en el puesto avanzado de Ludina regresaba de realizar una patrulla. Entonces, el cuarto vehículo de una columna de ocho, un blindado MLV Lince, activó a su paso una mina cargado con veinte kilos de explosivo.
Como resultado de la explosión, el teniente Agustín Gras Baeza y la soldado Jennifer García López sufrieron la amputación de una pierna, entre otras heridas. Los soldados Abian Quevedo Santa e Ibrahim Manan Ismael y el intérprete español de origen iraní Behnam Latifi Ashjam sufrieron diversas fracturas y contusiones.
Los heridos llegaron ayer lunes en un avión medicalizado del Ejército del Aire a la base aérea de Torrejón de Ardoz, desde donde fueron trasladados al hospital militar Gómez Ulla de Madrid para que terminasen de recuperarse de sus heridas.