La Alianza Atlántica reformó su estructura de mando el pasado 8 de junio en una reunión en la que estuvieron presentes los ministros de Defensa de los países aliados. Se acordó la reducción de los cuarteles generales, pasando de once a siete, y una de las instalaciones afectadas fue el cuartel de Retamares (Pozuelo de Alarcón), la instalación estrella de las fuerzas españolas en la estructura de la OTAN.
Como compensación a esta pérdida, la organización supranacional habría concedido a España la sede de uno de los Centros Combinados de Operaciones Aéreas (CAOC), algo que fue publicitado a bombo y platillo tanto en la página web del Palacio de la Moncloa –en sus versiones en castellano e inglés– como en la del Ministerio de Defensa.
De hecho, Carmen Chacón vendió horas después de que se tomase la decisión como un gran logro: "La llegada del CAOC a España nos pone de nuevo en una posición muy ventajosa de la que España se siente muy satisfecha", dijo. "Es un buen día para nosotros y estamos contentos. Lo es para España y para la Alianza", añadió.
En la misma línea se mostró esta misma semana el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante el encuentro que mantuvo el jueves en el Palacio de La Moncloa con el secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen, y donde, según dijo públicamente, trasladó al jefe de la Alianza su satisfacción por instalar un CAOC en la base aérea de Torrejón de Ardoz.
Antes de ese encuentro, durante la inauguración de un seminario en el Senado en presencia de Carmen Chacón, el propio Rasmussen había subrayado que España podía estar "orgullosa" por albergar este centro, un elemento "muy importante", "fundamental" y "vital" para la Alianza Atlántica.
Sin embargo, pese a lo dicho por Zapatero, Chacón y Rasmussen, España no tendrá compensación alguna por el cierre del cuartel general. Y es que el Centros Combinados de Operaciones Aéreas (CAOC) lleva operativo en la base aérea de Torrejón de Ardoz una década, exactamente, desde que fuese inaugurado el 28 de junio de 2001, según refleja la información que sobre el acto todavía recoge la web oficial de la OTAN.
A lo largo de estos diez años, los gobiernos de Aznar y Zapatero han nombrado al menos tres responsables de este centro, con el cargo de Jefe del Mando Aéreo de Combate y Comandante del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) número 8 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Esa responsabilidad recayó en los Tenientes Generales del Ejército del Aire Manuel García Berrio, José Froilán Rodríguez Lorca y Juan Luis Abad Cellini –que sigue al mando–, cuyos nombramientos publicó el BOE en enero de 2004, junio de 2007 y diciembre de 2010, respectivamente.
De hecho, la existencia de este centro aliado en la base aérea madrileña está recogida en la documentación oficial del ministerio de Defensa sobre el despliegue de unidades en las bases de la OTAN situadas en nuestro país –página 4, cuadro 3–. Es más, incluso la propia web del Ejército del Aire informó con todo tipo de detalles –galería fotográfica incluida– sobre la visita que a este centro llevaron a cabo en enero de 2009 el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general del aire José Julio Rodríguez Fernández, y el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), general del aire José Jiménez Ruiz.
A esto, hay que añadir que la influencia en la estructura de mando de la OTAN de este centro no es equivalente siquiera a la que tenía uno de los dos únicos mandos del componente terrestre, cuyas funciones cumplía el Cuartel General Subregional Conjunto del Suroeste de Retamares que ahora se cierra. Entre otras cosas, porque el CAOC es una estructura de mando secundaria y el puesto de mando del Control Aéreo está centralizado en Alemania, donde continuará tras esta reforma de la Alianza.