Con la celebración del primer Consejo de Gobierno termina una semana todoterreno para Esperanza Aguirre, que arrancaba el martes con el discurso de investidura de la todavía presidenta electa, y en el que marcaba un hito en la política actual al proponer listas abiertas a fin de una mayor libertad de los ciudadanos.
La libertad, en todos los ámbitos, será el gran eje de la nueva andadura del Ejecutivo autonómico. Libertad en economía, educación y sanidad. "Austeridad, equilibrio presupuestario, bajada de impuestos y defensa de España", resumió la propia Aguirre, que tocó techo electoral en las elecciones del pasado veintidós de mayo.
Y de ahí que en tres años haya reducido hasta siete consejerías, quedándose en la actualidad con tan sólo ocho. Dos menos de las exigidas por Mariano Rajoy, en el marco del Programa al que se comprometieron todas las comunidades gobernadas por el Partido Popular.
En la Real Casa de Correos, en la Puerta del Sol, los encargados del devenir político de la región se presentaron en sociedad: Antonio Beteta (Transporte e Infraestructuras), Lucía Figar (Educación y Empleo), Percival Manglano (Economía y Hacienda), Regina Plañiol (Presidencia y Justicia), Isabel Mariño (Ordenación del Territorio y Medio Ambiente), Salvador Victoria (Asuntos Sociales), Javier Fernández Lasquetty (Sanidad) e Ignacio González (Vicepresidencia primera, Portavocía del Gobierno, Cultura y Deportes).
Siete de ellos juraron su cargo ante un ejemplar de la Constitución y otro del Estatuto de Autonomía. Fue excepción Manglano, que optó por prometer sus responsabilidades, como hizo en la víspera Aguirre.
El nuevo responsable de Economía será el hombre clave de la legislatura que da inicio, habida cuenta de que tendrá la difícil tarea de elaborar los presupuestos de la Comunidad. Es licenciado en Historia por la Universidad de París, en Estudios Europeos por el Instituto de Estudios Políticos también de la capital francesa y con un Máster en Economía Internacional y estudios del Sureste Asiático de la Universidad John Hopkins. Era hasta la fecha director general de cooperación al Desarrollo, destacando de él también su capacidad para los idiomas: habla perfectamente inglés y francés
Sin embargo, en el día después, el centro de los corrillos políticos fue Francisco Granados, que abandona sus responsabilidades en el Gobierno para seguir al frente de la Secretaría General del PP madrileño y, muy previsiblemente, convirtiéndose en próximo senador por las listas de Madrid. No estuvo en la toma de posesión. Con su marcha, gana peso interno Ignacio González, el gran hombre fuerte de Aguirre, como por otra parte ya lo era. Todas las partes coinciden en que la presidenta pueda ejecutar sin problemas su ambicioso programa de Gobierno.