En el ámbito más puramente parlamentario hoy era día de estrategias. La socialista consistía en tratar de evidenciar la deslealtad del PP con el Gobierno de España en la crisis de los pepinos y en el debate del déficit de las comunidades autónomas. La popular, evidenciar el desgaste de Zapatero y, por ende, del 'multicargo' Rubalcaba, designado 'a dedo' por el PSOE.
Sin embargo, las estrategias diseñadas por las cúpulas dirigentes, y plasmadas en los argumentarios, no han servido de carnaza para el siempre más intenso debate de los pasillos. Allí, 'Alfredo' era el tema unánime de conversación.
Cuando Alfredo Pérez Rubalcaba respondía a su contrincante popular, Soraya Sáenz de Santamaría, que abandonará el Gobierno cuando crea que sus responsabilidades "son incompatibles con las del partido", en los corrillos aledaños al hemiciclo surgían dos preguntas inmediatas: cuándo y cuánto. Cuándo dejará el 'vicetodo' su multitarea gubernamental -vicepresidente primero, portavoz del Gobierno y ministro del Interior- para dedicarse de lleno a su candidatura en el PSOE; y cuánto, porque se empieza a barajar la posibilidad de que el cabeza de lista socialista deje alguno de sus cargos, pero no todos.
La opción mayoritaria en las quinielas periodísticas es que abandone la portavocía (se habla de Ramón Jáuregui para las ruedas de prensa del Consejo de Ministros), pero ni la vicepresidencia primera, para proyectar su imagen de presidente en funciones, ni el Ministerio del Interior para darle continuidad a la política antiterrorista.
No obstante, las posibilidades que valoran los informadores no coinciden con las de los altos cargos socialistas. "No tiene por qué dejarlo", dicen dos altos miembros de la cúpula de Ferraz. "¿Os imagináis que el presidente dejase el Gobierno porque se presentara a la reelección?", zanjaban así el tema.
El debate sobre 'liberación' de cargos de Rubalcaba podría ir de la mano de una crisis de Gobierno que desde hace días se rumia en los círculos periodístico-políticos. Y esas dos posibilidades no se producirían hasta la proclamación de Pérez Rubalcaba como candidato oficial del PSOE a la Moncloa. A partir de ese momento, será inevitable la bicefalia, ya que la imagen de Zapatero al frente de la bancada azul estará claramente de más.
De ahí que el segundo frente de los informadores fuera conocer la fecha del Comité Federal en el que Rubalcaba será proclamado candidato, sobre todo después de haber marcado en rojo en el calendario el día del debate más importante del año, el Debate sobre el estado de la Nación, con un adelanto de dos semanas. Se preveía para la segunda semana de julio y ahora se celebrará la última semana de junio, todavía en periodo ordinario de sesiones. La confirmación del debate más importante del año en el calendario se conocía ayer; hoy, la proclamación más esperada del año: la de Rubalcaba, el 9 de julio. También sufre modificaciones. Se esperaba una semana antes, el día 2 de julio.
Las explicaciones que dan en círculos socialistas es la de la bicefalia. El objetivo de no proyectar dos cabezas visibles en el PSOE en el Debate del estado de la Nación ha provocado que dos citas muy próximas en el calendario hayan sido alejadas lo más posible la una de la otra. Los cronistas parlamentarios no han parado de preguntar a los miembros del PSOE hasta obtener esta explicación. Tal ha sido la insistencia por conocer los motivos del retraso del Comité Federal que al alto cargo de la ejecutiva socialista, anteriormente citado, se enfadaba con una periodista: "¡Porque a mí me da la gana!", contestaba indignado.