'El País' responsabiliza a Rosa Aguilar del ascenso del constructor Sandokán

El resultado electoral del pasado día 22 de mayo no deja lugar a dudas. El PSOE e IU han perdido 50.000 votos en la provincia de Córdoba. 18.000 el PSOE y 31.500 Izquierda Unida. Por el contrario, el PP ha ganado 41.000 votos y una nueva fuerza, Unión Cordobesa, el partido de Sandokán, el alias de Rafael Gómez, el propietario de la empresa Arenal 2000 e imputado en la Operación Malaya, ha obtenido casi 25.000 votos, convirtiéndose en la sexta fuerza política provincial y en la segunda fuerza de la capital, por encima de PSOE e IU. Según el diario de Prisa, Rosa Aguilar, la última pieza cobrada al PCE e IU por el PSOE y amiga de José Antonio Griñán, es la mayor responsable de este desastre.

En Córdoba capital, epicentro de este seísmo político, el PP ha ganado 15.000 votos pero Izquierda Unida ha perdido 27.800 votos. El PSOE ha perdido asimismo 2.500 votos y Unión Cordobesa, el partido de Sandokán, fundado hace seis meses, obtenía casi 25.000 votos. Esto es, el voto de izquierda ha ido masivamente al nuevo partido "sandokista" y, en menor medida, al PP, que evidentemente se ha beneficiado del aumento de la participación de 8 puntos respecto a 2007.

Recuérdese que Sandokán, que fue pastor en su infancia, llegó a ser el empresario más influyente de Córdoba y uno de los más importantes de Andalucía en la nueva era socialista. Está imputado por cohecho en el caso Malaya y sobre él pesa una multa de 24,6 millones por un delito urbanístico Presume de no haber leído un libro en su vida, de haber participado en timbas de cartas con apuestas millonarias y de haber sido muy amigo de Rosa Aguilar, a la que se supone ayudó durante años. Ahora, supera a IU con un partido que muchos identifican con el "estilo GIL", dedicado a la promoción de intereses particulares.

El País se ampara en el Instituto de Estudios Sociales Avanzados(IESA) para cargar sobre la espalda de Rosa Aguilar el peso del populismo de Sandokán. Su director, Eduardo Moyano, opina en dicho diario que Rosa Aguilar derivó hacia un populismo absoluto por lo que Sandokán no es sino la horma de su zapato. "Simplemente, se ha sustituido una figura por otra".

Y añade el diario que "a pesar de la imagen que daba Córdoba en esos años, como ejemplo de participación y fomento de la vida cultural, no se apostó por educar a una ciudadanía reflexiva y crítica, sino más bien a una reaccionaria y folclórica. Aguilar siempre se movió en un populismo sin ubicación ideológica, por eso, el terreno que encontramos ahora no era virgen".

Incluso apela a un problema de carácter de Rosa Aguilar. "Oficialmente, mandaba Izquierda Unida. Realmente, la idiosincrasia de la alcaldesa la llevaba por libre. Nunca tuvo problemas para prodigarse en el mundo cordobés más tradicional, de la Iglesia, las cofradías, las peñas o los parcelistas irregulares del extrarradio, cuyo aprecio se ganó a pulso. Y en su mandato, marcado por el fuerte crecimiento de la fiebre inmobiliaria, Aguilar coincidió a menudo con dos de los ejemplos más visibles del milagro económico local: el cura Miguel Castillejo, presidente de Cajasur, y el propio Rafael Gómez Sandokán."

El País suaviza su acusación enunciando otras hipótesis comoel paro, la desafección política. Si alguien pensaba que Rosa Aguilar podría sustituir a Griñán, Prisa ha despejado sus dudas.