Sala dedica su primera rueda de prensa a defender la 'independencia' del TC

En las últimas semanas el Tribunal Constitucional y, sobre todo los magistrados nombrados a propuesta del PSOE que avalaron la presencia de Bildu en las urnas, han recibido un aluvión de críticas por parte de diversos sectores de las sociedad. Un hecho que ni mucho menos ha pasado desapercibido para su presidente Pascual Sala quien este viernes ha dedicado veinte de los veinticinco minutos que ha durado su intervención ante los periodistas a ensalzar el papel crucial que juega el TC en el estado de Derecho así como a subrayar la independencia de sus magistrados.

También lo ha hecho cuando ha llegado el turno de responder a las preguntas de los informadores. El motivo de la rueda de prensa -la única que habitualmente ofrece el TC durante el año- era presentar la Memoria del Alto Tribunal; un asunto que apenas ha ocupado cinco minutos del discurso de Sala.

Con más tablas a la hora de tratar con la prensa que su antecesora en el cargo, María Emilia Casas, un firme y ocurrente Pascual Sala ha repetido este viernes una y otra vez que los magistrados del intérprete supremo de la Constitución no atienden a los dictámenes de los partidos políticos a la hora de firmar sus sentencias. "El Tribunal Constitucional decide con arreglo a la Constitución y su Ley Orgánica y a ninguna otra consideración política", recalcó.

"Los magistrados del Tribunal Constitucional tienen ideología, faltaría más, se trata de un derecho fundamental, pero nunca dependencia partidaria", añadió Sala, quien ha dejado claro que los magistrados no están hecho de una "pasta distinta" al resto de los mortales.

Además, Sala ha afirmado que durante los seis años que lleva trabajando en el guardián de la Carta Magna la mayoría de las resoluciones se han adoptado por unanimidad "o con alguna discrepancia, faltaría más". Por otro lado, el presidente del TC ha negado que exista "fractura en bloques" entre magistrados nombrados por el PSOE y por el PP, pese a que ésta división se hecho más que notable en asuntos tan polémicos como la sentencia del Estatuto de Cataluña y, más recientemente, en la sentencia de Bildu.

"No hay choque de trenes con el TS"

Sobre este último extremo y al ser preguntado sobre cómo explicar a los ciudadanos las diferencias de criterio entre el órgano que preside y el Tribunal Supremo, Sala ha señalado que en los 30 años de vida del TC estas "discrepancias de criterio" con la última instancia judicial española han sido "apenas tres o cuatro", señalando que "esto no es un choque de trenes diario".

En este sentido, Pascual Sala ha manifestado que "tan honestos e independientes son los magistrados que discrepan del criterio mayoritario como los que lo defienden", referiéndose a los jueces de la Sala del 61 del TS que se pronunciaron sobre Bildu y para segundos después "trasladar" ese argumento a los jueces del Tribunal Constitucional.

El sucesor de María Emilia Casas ha dicho que "por supuesto" todas las sentencias son criticables pero que "esas críticas tienen que responder a argumentos jurídicos" y no a un "sentimiento" para que sean "críticas correctas".

Respondiendo a si se arrepiente de haber ayudado con su voto a que los proetarras vuelvan con mayor fuerza a los ayuntamientos del País Vasco, Pascual Sala respondía de forma tajante: "¿Qué quiere que yo ponga las sentencias en 47 años de oficio judicial y al día siguiente me arrepienta?". Acto seguido el magistrado ha respondido que esto no le sucede ni a él ni a ninguno de sus compañeros porque las resoluciones atienden a criterios jurídicos.

Por último, Pascual Sala no ha querido pronunciarse sobre la querella que seis asociaciones presentaron ayer contra seis magistrados del TC, incluido él, por un delito de prevaricación. "El asunto está en los tribunales por lo que yo no tengo nada que decir", apostilló