Centenares de jóvenes amanecían en la mañana de este jueves, en la madrileña Plaza de Sol, para prorrogar la acampada "espontánea" con la que persiguen "cambiar el sistema".
A las diez de la mañana, en el "campamento" se veía muy poca gente. La mayoría de los allí acampados todavía dormían en las tiendas de campaña instaladas o sobre colchones al aire libre. El "campamento" está ubicado en torno a la estatua ecuestre de Carlos III, en la puerta del Sol. Varios metros de lonas de color azul cubren el territorio de los "indignados".
Está formado por distintas comisiones –Comunicación, Exterior, Comunicación Interna, Acción, Legal, Limpieza y Seguridad-. Algunos empleados de limpieza de Madrid les han facilitado cubos de basura, y en la noche del miércoles, un voluntario anónimo les proporcionó "unos baños", que solo pueden utilizar por la noche. Durante el día, los "indignados" utilizan los baños de las tiendas y restaurantes que se encuentran en torno a la Puerta del Sol.
A las once de la mañana, era más abundante la presencia de gente de avanzada edad, que les animaba, les preguntaba por sus objetivos y debatía sobre política. También hubo personas que les llevaron comida y bebida, así como diversos periódicos. En una de las casetas, de hecho, un improvisado escaparate mostraba la mayor parte de los medios impresos de España, con la información que trataba el tema de la acampada en Sol.
En el centro del campamento existe una especie de "salón", en el que hay dos sofás y varias sillas. Allí, dos personas intercalaban canciones protesta con algunas versiones de temas del verano –por ejemplo, "Sin documentos", de Los Rodríguez-.
En esta ocasión, los "indignados" han tolerado más la presencia de los medios de comunicación, aunque algunos pedían que no se les fotografiase la cara y otros se negaban a ser grabados.
Lo que no toleraban los acampados era que los relacionaran con algún partido político. Cerca de la caseta de recogida de firmas, tres hombres de avanzada edad formaban un corrillo de crítica, en el que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no salía muy bien parado. Uno decía que, según Zapatero, él era "un bellaco. ¡Pues si yo soy un bellaco, él es un mamón!". Entonces, uno de los jóvenes se acercó a ellos, y les dijo que el movimiento no eran partidista, que la protesta era "contra todos los políticos", y que no especificaran a nadie.
Mientras, algunos de los allí presentes criticaban los teóricos recortes de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en materia de Sanidad, y afirmaban que Aguirre "vende las cosas de todos a sus amigos". Nadie les llamó la atención.
La ‘Asamblea’, a las 12:00
A las doce del mediodía, los allí congregados formaron una ‘Asamblea’ junto a la salida de Renfe de la Puerta del Sol. Tres jóvenes de esténtica punk eran los que la dirigían. No pretendían hacer una "asamblea representativa", sino una "suma de ideas que represente a todos". También dijeron no tener nada que ver con la manifestación del pasado domingo, bajo el lema ‘Democracia Real Ya’. Según los ponentes, la acampada ha surgido como algo "independiente".
Uno de los portavoces desmintió que la Junta General prohibiera la acampada. Según este joven, lo que la Junta prohibió fue otra manifestación "sobre el voto", pero que con ellos no tenía nada que ver.
El moderador de la ‘Asamblea’ marcaba las pautas del funcionamiento de la reunión: se tratarían temas de tres en tres, las intervenciones no debían durar más de un minuto y medio o dos, la concentración duraría hora y media y los aplausos se sustituían por un movimiento de manos para no interrumpir.
Al principio de la reunión, fueron presentadas todas las comisiones. Después se propuso modificar o abolir la actual Ley Electoral. También se criticó la actual Ley de Vivienda, se abogó por la educación laica y por la libre circulación de "cualquier ser humano por cualquier lugar del mundo" -alguien, directamente, pidió "papeles para todos"-.
La mayor parte de los que intervinieron utilizó un discurso de izquierdas. Uno de ellos, declarado antisistema, abogó por "eliminar todos los partidos políticos". Una joven perteneciente al movimiento ‘okupa’, tildó de "injusto" que "haya 5 millones de viviendas sin ocupar en España, habiendo tanta gente sin casa". También hubo críticas contra Esperanza Aguirre.
Una mujer, sin mencionar a Bildu, apostó por que "ningún imputado, ningún delincuente, ningún terrorista o nadie que esté relacionado con ellos pueda presentarse a las elecciones". Acto seguido, uno de los asistentes le espetó: "¿Pero qué dices de terroristas? ¡Aquí los terroristas son los banqueros!".
La próxima ‘Asamblea de indignados’ tendrá lugar este jueves a las seis de la tarde.