Las cosas están al rojo vivo. Y nunca mejor dicho en este caso. Los candidatos socialistas no quieren cerca nada que huela a Zapatero o al Gobierno en sus mítines de campaña. En concreto, uno de los más tajantes en esta cuestión es José María Barreda.
El actual presidente de Castilla-La Mancha ha sido, estos últimos meses, uno de los barones socialistas que más se ha significado en contra las medidas adoptadas por el jefe del Ejecutivo y uno de los más firmes partidarios a que despejara su futuro político cuanto antes. Una vez que Rodríguez Zapatero anunció que no repetiría como candidato a presidente de Gobierno en las elecciones de 2012, Barreda fue uno de los que manifestó públicamente su entusiasmo.
Es por tanto que ha resultado llamativa la presencia de Carmen Chacón, y posible candidata en las primarias del PSOE, este lunes en Tomelloso, Ciudad Real, con la ausencia de Barreda. Insisten desde Ferraz que es el "acto estrella" de la caravana electoral del PSOE, en donde la ministra de Defensa ha pedido el voto para un candidato que no ha estado.
A pesar de calificar el acto como clave, desde la sede del PSOE restan importancia al ‘plantón’ del candidato manchego y explican que los actos de campaña se organizan con el acuerdo de la dirección nacional y las federaciones.
Gana Cospedal en asistencia
El tablero electoral se resolvió, al menos en cifras, con la victoria de María Dolores de Cospedal, frente a Carmen Chacón esta localidad, la tercera en importancia de Ciudad Real. Los populares llenaron las 750 butacas del teatro municipal, y fueron decenas los que no pudieron sentarse. En total, más de 1.000 personas, según fuentes de la organización, frente a las 500 de los socialistas.
Resuelta la primera batalla, y que mantuvo en vilo al equipo de Cospedal, llegaba el turno de los discursos. "A algunos -Barreda- les ha dado miedo venir a Tomelloso", arrancó la diputada regional Carmen Casero, que se mofó de que la titular de Defensa sólo congregara a 300 personas "si es que llegan".
La candidata por Castilla-La Mancha no fue menos, y también se burló de la caravana socialista: "Hay otros que están hoy aquí, no sé si habían venido antes", dijo Cospedal, para a renglón seguido destacar que “si vieran este auditorio lleno” se darían cuenta de que “estamos divinamente”. “Presidenta, presidenta”, le respondió el auditorio, completo desde bastantes minutos antes al inicio del mitin.
"Roma no paga a traidores"; le advirtió la numero dos del PP a Barreda, que dejó sola a Chacón: “No ha querido estar aquí, no sabemos si no quería tener un acto a las mismas horas del PP o que no querían que le vean con nadie del Gobierno Zapatero”, arguyó. Ahora bien, “si no necesitan que vengan, ¿para qué vienen”, remató Cospedal, provocando la carcajada de los asistentes.
Un rifirrafe que tampoco se libró de los chascarrillos. En el PP dicen con sorna que a Barreda "le da vergüenza que un ministro esté con él" pese a que Chacón fue a las celebraciones más íntimas de la familia. “Amigos, pero no en un mitin”.