La salida se ha producido sobre las 08:30 horas y en la puerta de la prisión al etarra le esperaban una treintena de familiares y amigos con banderas del País Vasco y otras con peticiones a favor del acercamiento de presos, quienes habían llegado poco antes en una decena de coches y un autobús.
Una vez fuera del recinto penitenciario, le han aplaudido y han brindado y, a continuación, varios de los llegados en autobús se han paseado con las banderas que portaban alrededor del perímetro del centro penitenciario antes de marcharse.
Múgica Pikabea, nacido en Ondarreta (Guipúzcoa) el 30 de agosto de 1968, fue condenado por la Audiencia Nacional en 1995 a 18 años de prisión por colaborar con el grupo "Ipar Haizea" de ETA recabando información sobre Raúl Suárez Fernández, un joven de 19 años que fue asesinado por los miembros del comando el 8 de junio de 1991 en Rentería.
Jon Aguirre Aguiriano, el asesino de un niño
El martes 3 de mayo abandonará la prisión otro etarra, Jon Aguirre Aguiriano, después de cumplir 30 años de reclusión.
Se convertirá así en el segundo preso etarra que cumpla más tiempo ininterrumpido de condena después de José María Sagarduy "Gatza", que salió de prisión el pasado 13 de abril tras cumplir casi 31 años.
Aguirre, de 69 años y nacido en Aramoyana (Alava), comenzó a colaborar con ETA en 1979 encuadrado en el grupo Iharra, que actuó en la provincia de Guipúzcoa.
Participó en varios atentados, entre ellos el asesinato del marmolista José Arcedo Quiles en Escoriaza (Guipúzcoa) el 24 de marzo de 1980.
Asimismo intervino en la colocación de un artefacto explosivo debajo del automóvil de un guardia civil en Azcoitia (Guipúzcoa) que no explosionó y quedó abandonado. Un niño de 13 años, José María Piris Carballo, murió como consecuencia de la deflagración al golpear el paquete explosivo.
La Guardia Civil le detuvo el 9 de mayo de 1981 en Mondragón en una operación en la que fueron desarticulados dos comandos y detenida una veintena de miembros de ETA.
La Audiencia Nacional le condenó por los asesinatos del niño José María Piris y el de José Arcedo Quiles, entre otros atentados, a penas que sumaban más de 70 años de prisión.
En la prisión de Huelva protagonizó una huelga de hambre junto a otros siete reclusos de la banda terrorista durante mayo de 2000 para pedir el reconocimiento de presos políticos y parar las extradiciones de miembros de ETA a España.
Como consecuencia de la aplicación de la "doctrina Parot", por la que se computan los beneficios penitenciarios sobre cada una de las condenas y no sobre el total de años de cumplimientos, su salida en libertad, fijada para octubre de 2006, se retrasó hasta mayo de 2011.
En el caso de Aguiriano la "doctrina Parot" garantizó el cumplimiento de 30 años de prisión, que era el máximo contemplado en el Código Penal de 1970 bajo el que fue juzgado y condenado.
Por su delicado estado de salud, Aguirre Aguiriano ha cumplido la última parte de su condena en la prisión vizcaína de Basauri.
Una semana más tarde, el 10 de mayo quedarán en libertad los etarras Andrés Errandonera Arruti y Estanislao López Aguiriano.