Los primeros informes de las Fuerzas de Seguridad sobre la coalición electoral Bildu, conformada por Eusko Alkartasuna y Alternatiba, y que es el plan B de Batasuna para estar en las elecciones municipales y forales, comienzan a llegar a la Abogacía del Estado y a la Fiscalía para la posible impugnación de sus candidaturas.
Según informa este viernes el diario El País, uno de los documentos que ha remitido la Policía Nacional asegura que la coalición electoral es una idea de la banda terrorista ETA impulsada por Batasuna. Exactamente, dice que el proyecto etarra empezó a ser diseñado en 2008 y que su brazo político inició los pasos para cristalizarlo en 2009.
Los terroristas habrían pensado en esta coalición inspirándose en el modelo francés de Euskal Herria Bai, que conforman en el país vecino Abertzaleen Batasuna (escisión de Batasuna), Eusko Alkartasuna y la propia Batasuna; y del que habrían querido excluir desde un primer momento tanto al PNV como Aralar.
Para poner este proyecto en marcha habrían creado Sortu, aunque la decisión del Tribunal Supremo de no permitir la inscripción del partido habría hecho que el espacio principal que esta formación iba a ocupar en la coalición tuviese que ser ocupado por los que se han denominado como ‘independientes’, y que no son más que los candidatos seleccionados por el brazo político de ETA.
En esta línea, El Mundo también informa de que los informes policiales dicen que destacados dirigentes de Batasuna, EA y Alternativa tuvieron al menos nueve reuniones para fijar criterios sobre Bildu y cómo se deberían repartir los puestos en cada una de las listas electorales. En estos encuentros habrían participados destacados dirigentes de Batasuna como Jone Goiricelaia, Asier Arranz, José Luis Moreno o Rufino Etxeberría.
Es más, según cuenta el diario, el presidente de EA en Navarra, Maiorga Ramírez, llegó a amenazar con dimitir al dirigente batasuno Juan Cruz Aldasoro como método para presionar a Batasuna y conseguir mejores puestos para su formación en la lista al ayuntamiento de Pamplona, lo que fue solucionado por los proetarras amenazando con presentar listas blancas y obligar así a EA a ir sola a las elecciones. Y es que es Batasuna quien habría decidido qué puestos les correspondían a sus independientes y qué puestos quedaban para los candidatos de EA y Alternatiba.