El líder del PP, Mariano Rajoy, tenía mucha prisa por terminar la convención nacional de Nuevas Generaciones y marcharse de Zaragoza. Tanto, que se olvidó de su asesor personal Jorge Moragas y le dejó en tierra.
Al ver que la comitiva presidencial se iba sin él, Moragas echó a correr tras el coche oficial de Rajoy gritando para llamar su atención. Pero no les dio caza y tuvo que ir a la estación del AVE por sus propios medios. Le acompaña López Isturiz, que perdió el AVE.