El juez Pablo Ruz ya tiene en sus manos el informe final de conclusiones del caso Faisán realizado por la Policía. En él se confirma lo que ya era una evidencia: el chivatazo a ETA tuvo un "móvil político" y además "favoreció la actividad de ETA".
En este sentido, los 36 folios del informe ponen de manifiesto que la delación frustró las detenciones y permitió a ETA "ocultar datos esenciales de la estructura, composición y operativa" del aparato de extorsión.
El informe, recogido por el diario El Mundo, resulta demoledor y asegura que "la naturaleza del móvil es política y se articula en el marco del proceso de negociación". Y es que los agentes que han realizado este texto de conclusiones afirman que las consecuencias del chivatazo son de "mucha trascendencia".
Del mismo modo, en el informe se aportan una serie de conversaciones grabadas y un cruce de llamadas que demuestran la implicación en el chivatazo del director general de la Policía y del jefe superior del País Vasco.
El texto también resalta que la llamada al Faisán "consigue evitar la detención de Gorka Agirre", miembro de la dirección del PNV ya fallecido y es que la operación policial "conllevaba su inminente detención" el mismo día en el que Zapatero se reunía en Moncloa con el entonces líder del PNV, Josu Jon Imaz.