Ante la decisión del PP de no preguntar esta semana a Rubalcaba por el caso Faisán, la semana pasada no hubo sesión de control, el persistente Gil Lázaro ha preguntado sobre el chivatazo a ETA al ministro de Justicia, Francisco Caamaño.
En su intervención, el popular ha denunciado "la cantinela de siempre" y ha advertido al titular de Justicia que aunque "el caso Faisán es el caso Rubalcaba", el Gobierno en pleno no está exento de responsabilidad. "Los españoles quieren saber la verdad y ustedes a través del fiscal intentan evitarlo", dijo Ignacio Gil Lázaro.
En este sentido, el diputado del PP indicó que "afortunadamente" las maniobras del Gobierno están fracasando e instó a Caamaño a "dejar las cosas muy claras ante la insólita actuación de la Fiscalía". "Tiene que aclarar cuál es su responsabilidad", sentenció.
Por ello, se dirigió al ministro y de manera muy crítica le dijo que "resulta una osadía que aún se atreva a exigir al PP que deje de sacar pajarracos" por lo que no insistió en que "no dejaremos de pedir explicaciones para conocer el pajarraco" del caso Faisán. "Tiene que dar una explicación clara y si recibió instrucciones de Rubalcaba", concluyó.
Por su parte, el ministro Caamaño no quiso entrar al trapo y utilizó los argumentos más típicos del Gobierno. "Me pide que valore un auto y sabe que el ministro de Justicia por respeto a la independencia no valora ni comenta asuntos que están siendo juzgados ni el caso que usted ventila ni los que a ustedes están muy próximos", dijo.
Caamaño criticó a Gil Lázaro por "persistir en su terco propósito" y siguió su retahíla de críticas afirmando que "viene los miércoles con una repetición cansina de si mismo para señalar el camino a los jueces".
Fuentes de la dirección del PP han destacado que Caamaño se "ha puesto de canto" y no ha salido a respaldar a Pérez Rubalcaba. Este argumento será utilizado por los populares en la próxima sesión de control puesto que, en su opinión, una parte del Ejecutivo se ha desmarcado del ministro del Interior.