La presencia de Bildu, coalición formada pro EA, Alternatiba y Batasuna, en las elecciones no será recurrida por el Gobierno ante el Tribunal Supremo. Según informa Ángeles Escrivá en El Mundo, desde el Ejecutivo prefieren no actuar contra la coalición sino contra las listas.
De este modo, la opción de ir a por las listas conjuntas en vez de actuar contra la coalición abre dos posibilidades. Por un lado estaría impugnar todas las planchas, opción preferida por Fiscalía y Abogacía. Y por otro estaría únicamente recurrir las listas que contengan candidatos con antecedentes, tal y como opina algún ministro, según cuenta el diario de Unidad Editorial.
Sin embargo, de optar por esta última posibilidad lo cierto es que lo más probable es que prosperen la gran mayoría de las candidaturas. Por su parte, actuar contra todas las listas posibilitaría al Supremo a ilegalizar todas las listas alegando que Batasuna colaboró en su elaboración.
Los motivos del Gobierno para actuar contra las listas y no contra la coalición serían de índole político y jurídico. Y es que el Ejecutivo, y también el PSE, la repercusión que podría tener en el País Vasco solicitar la ilegalización de Eusko Alkartasuna y Alternatiba. El primero ha sido incluso socio de Gobierno en Vitoria.
Miembros del Gobierno consideran asimismo que un fracaso en los tribunales daría alas al entorno proetarra y podría aumentar el número de sus votantes. Pero el argumento principal que utilizan es que este entorno cercano a ETA no consta como uno de los partidos fundacionales de Bildu.
Del mismo modo, estas fuentes gubernamentales afirman que la solicitud de ilegalización para dos partidos podría durar meses y que aunque podrían pedirse medidas cautelares para que Bildu no pueda ser votado, el Tribunal Constitucional podría negarse a tomar tal decisión. Desde el Ejecutivo se prefiere no pasar el problema a la Justicia si no está todo bien probado.
Por último, destacan la falta de precedentes en la ilegalización de una coalición. Hasta ahora se había solicitado la ilegalización de un partido o plataforma. Y ahí surgen las dudas sobre si se debería haber impugnado Bildu o cada uno de sus partidos por separado.