Bono abronca a Hernando por "insultar a la presidencia"

Una sesión agitada y bronca. Desde las 9:00 horas sus señorías, de PP y PSOE, se removían en sus escaños. Con Alfredo Pérez Rubalcaba como presidente en funciones, el ambiente estaba caldeado desde la primera pregunta de la sesión de Control hasta la última. Los diputados no se resistían a ovacionar, gritar y quejarse en cada una de las intervenciones del pleno. "Silencio, silencio", repetía sin cesar José Bono.

El griterío alcanzaba su punto álgido en las preguntas dirigida a la vicepresidenta económica, Elena Salgado: "No se exciten, no se exciten" decía Salgado con tono de profesora de escuela. "Ohhhhhhh", le gritaba la bancada popular. La titular de Economía seguía hasta el final de su alocución hasta que se le acababa su tiempo pero, ante las interrupciones, Bono intervenía.

"Un momento... un momento... se ha producido un error en el marcador de tiempos". Los parlamentarios del PP no daban crédito. Dirigían entonces sus quejas a la Presidencia con grandilocuentes gesticulaciones mientras Bono repetía su argumento: "Perdón, perdón, ha habido un error en el marcador de tiempos. Su señoría tiene, según los cálculos que le hago, seis segundos". Salgado sonreía intentando controlar la situación: “Si, si”, se reía ante la jauría parlamentaria.

"Creo que la presidencia administra bien los tiempos... Señora vicepresidenta procure hablar...".

Transcurridos los seis segundos 'extra' de la vicepresidenta, varios diputados del PP seguían gritándole al presidente de la Cámara Baja, que intervenía de nuevo: "Señor Hernando, ¡haga el favor de callar! Mire Señor Hernando, acabo de escuchar lo que ha dicho sus señoría y los insultos a la presidencia no deben reproducirse. Y el tono que utiliza... por tratarse de la presidencia, no llamo a su señoría al orden pero la educación siempre está bien".

Rafael Hernando se indignaba. Algo más tarde, relataba a Libertad Digital que no profirió insulto alguno. "Lo único que le dije es que la tarea del presidente no es decidir los tiempos, sino aplicarlos. No le dije nada más. Sólo me quejé".

Al lado, cuenta otro miembro de la dirección: "¡Pero si yo grité mucho más que él! Si la ministra balbucea, es su problema... pero no puede hacer uso de la presidencia para eso... éste se ha creído que esto es el photocall de la sucesión y se inventa las cosas".