(Libertad Digital) Recibe al mes y con regularidad en torno a 700.000 pesetas de las arcas argentinas y aún no ha explicado si Hacienda, la de España, conoce este sueldo. Pero siguen aflorando datos sorprendentes acerca de este magistrado. Según ha podido saber Libertad Digital , Enrique Bacigalupo consiguió la cátedra de Derecho Penal por la Universidad de Lérida en el año 1986. El juez tomó posesión del cargo y, al cabo de siete horas, solicitó la excedencia voluntaria. No impartió clase alguna. Pero ser el catedrático más efímero de la Universidad española le valió el ingreso en el Tribunal Supremo.
En 1984, Bacigalupo comenzó a ejercer como letrado del Tribunal Constitucional de Madrid. En 1987 pasa a la sala segunda del Tribunal Supremo como magistrado suplente. A partir del 24 de junio de 1988 deja de ser suplente y es nombrado magistrado de la sala segunda del Tribunal Supremo por el turno de juristas de reconocido prestigio, una de las vías por las que un jurista puede convertirse en magistrado sin necesidad de oposición. Ya llevaba un año cobrando la pensión del Tesoro argentino.
Las cuentas de Bacigalupo tiene una excelente proporción “beneficio-tiempo”: 1,4 millones al día por un trabajo de dos meses. 1,3 millones al mes gracias a siete horas de cátedra.
En 1984, Bacigalupo comenzó a ejercer como letrado del Tribunal Constitucional de Madrid. En 1987 pasa a la sala segunda del Tribunal Supremo como magistrado suplente. A partir del 24 de junio de 1988 deja de ser suplente y es nombrado magistrado de la sala segunda del Tribunal Supremo por el turno de juristas de reconocido prestigio, una de las vías por las que un jurista puede convertirse en magistrado sin necesidad de oposición. Ya llevaba un año cobrando la pensión del Tesoro argentino.
Las cuentas de Bacigalupo tiene una excelente proporción “beneficio-tiempo”: 1,4 millones al día por un trabajo de dos meses. 1,3 millones al mes gracias a siete horas de cátedra.