(Libertad Digital) El llamado “congreso de las ideas” que celebró el PP en enero de este año se cerró dando una imagen de fortaleza y de buena orientación sobre la idea de España. Pero una de las “ideas” era, pese a la oposición de Aznar, su sucesión. El encargado de mover “las tranquilas aguas del partido” fue el ministro Álvarez Cascos y su enmienda sobre la sucesión. Consiguió que se abordara el tema aunque fuera de forma “transaccional”.
Un día después de la clausura del gran acto de partido, el autor de la enmienda decía: “En el momento en que el equipo de José María Aznar dé un paso atrás, Francisco Álvarez-Cascos, como miembro de ese equipo, dará también un paso atrás”. Y añadió: “Si de algo me arrepiento es de no haber sido capaz de vislumbrar la necesidad de una reunión parecida a la de Perbes hace unos meses, para pedirle a José María Aznar que reflexionara sobre las decisiones que luego de manera irrevocable nos ha presentado”.
Tres meses antes del Congreso, Cascos dijo que el XIV Congreso del partido debería tomar una decisión fundamental: “proponer a José María Aznar como candidato a la presidencia del Gobierno” para las próximas elecciones generales, de manera que el acuerdo congresual permitiese que “Aznar ceda en su irrevocable decisión de no presentarse”.
26 de julio de 2001 el entonces ministro de la Presidencia, Juan José Lucas declaraba en una entrevista concedida a la revista ÉPOCA: “A mí no me gusta que Aznar no se presente a la reelección”. Lucas era otro de los personajes de aquella reunión veraniega de 1989 en la casa que Fraga tiene en Perbes.
Trillo, Cascos y Lucas han invocado en algún momento aquella cita con el fundador del PP. El otro invitado, Rodrigo Rato, no ha sido tan claro. Hubo un momento en el que se descartó de la enorme responsabilidad de suceder a Aznar. Ahora está a disposición del partido y en plena campaña.
Un día después de la clausura del gran acto de partido, el autor de la enmienda decía: “En el momento en que el equipo de José María Aznar dé un paso atrás, Francisco Álvarez-Cascos, como miembro de ese equipo, dará también un paso atrás”. Y añadió: “Si de algo me arrepiento es de no haber sido capaz de vislumbrar la necesidad de una reunión parecida a la de Perbes hace unos meses, para pedirle a José María Aznar que reflexionara sobre las decisiones que luego de manera irrevocable nos ha presentado”.
Tres meses antes del Congreso, Cascos dijo que el XIV Congreso del partido debería tomar una decisión fundamental: “proponer a José María Aznar como candidato a la presidencia del Gobierno” para las próximas elecciones generales, de manera que el acuerdo congresual permitiese que “Aznar ceda en su irrevocable decisión de no presentarse”.
26 de julio de 2001 el entonces ministro de la Presidencia, Juan José Lucas declaraba en una entrevista concedida a la revista ÉPOCA: “A mí no me gusta que Aznar no se presente a la reelección”. Lucas era otro de los personajes de aquella reunión veraniega de 1989 en la casa que Fraga tiene en Perbes.
Trillo, Cascos y Lucas han invocado en algún momento aquella cita con el fundador del PP. El otro invitado, Rodrigo Rato, no ha sido tan claro. Hubo un momento en el que se descartó de la enorme responsabilidad de suceder a Aznar. Ahora está a disposición del partido y en plena campaña.