L D (Europa Press) Rodríguez Zapatero comenzó su intervención recordando los atentados del 11-M, que rompieron "la vida en toda España". Aseguró que los responsables pagarán "por su inmensa felonía con todo el peso de la ley porque este es un país gobernado por el Derecho y que cuenta con una justicia seria, eficaz e independiente".
Recordando el 11-M, Zapatero subrayó la "lección del pueblo español". "Los españoles llenaron las calles de nuestro país de dolor y de solidaridad" dijo y añadió que "dos días después llenaron las urnas. Nos enseñaron el camino para la derrota del terrorismo: la democracia, la fuerza de los valores. Así hicieron hace un año al igual que vienen combatiendo el terrorismo desde hace treinta años". Tras rendir este "homenaje" al "pueblo español, que se siente libre y solidario", Zapatero recalcó el compromiso permanente de recuerdo, reconocimiento y solidaridad que se debe a las víctimas.
El jefe del Ejecutivo subrayó que el objetivo de la Cumbre es buscar "respuestas globales al terrorismo global" que sólo "pueden encontrarse en la libertad, el respeto de los derechos humanos, las relaciones justas entre los pueblos, el progreso compartido, la cooperación y la solidaridad". Aseguró que el terrorismo persigue el ataque a la democracia, pero reconoció que otros problemas, como la pobreza o la intolerancia, la deterioran.
Zapatero proclamó que "no hay causa alguna que justifique el terrorismo". "Ninguna idea, por legítima que sea, puede servir de coartada para el asesinato indiscriminado", defendió el presidente, que resaltó que en el terror "sólo hay infamia y barbarie" y "no hay política" ni "ideología", ni "resistencia", ni "lucha". "En el terror sólo hay el vacío de lo inútil", prosiguió el presidente, que declaró que matar "no es defender una idea" y que, aunque "puede haber conflictos, sólo la acción política puede resolverlos, nunca la acción del terror", "El terror agrava los conflictos y hace imposible las soluciones", destacó.
Relacionar el terrorismo internacional con el islamismo es un "grave error"
Resaltó que no se puede vincular este fenómeno con "ninguna civilización, cultura o religión determinada". "Sería un grave error entender que detrás del terrorismo internacional, hay una nueva división ideológica, un choque de civilizaciones que pone bajo sospecha de complicidad a sociedades o colectividades enteras", añadió.
A su juicio, es un "grave error" situar al terrorismo "de manera preponderante en una visión radical y fanática de una religión que es elemento de identidad de muchos países y pueblos" y resaltó que por ello propuso en septiembre una Alianza de Civilizaciones. "Las numerosas adhesiones que ha recibido demuestran que la comunidad internacional en su conjunto es plenamente consciente de la necesidad de actuar para superar el distanciamiento que se ha producido entre Occidente y el mundo islámico", expuso.
Por ello, apostó por establecer en el seno de Naciones Unidas un plan de acción común con medidas para el acercamiento entre las civilizaciones y a no ignorar que la pobreza extrema, la exclusión social o los Estados fallidos "abonan un terreno fértil para el sostén del terrorismo", llamando a combatirlos.
Zapatero subrayó que aunque "todo Estado tiene la obligación de proteger a sus ciudadanos del terrorismo", debe hacerlo "sin traicionar la esencia de la democracia", preservando los "derechos" y "libertades" irrenunciables. Así, recordó a Sergio Vieira de Mello, asesinado en Bagdad. "La única estrategia para aislar y derrotar el terrorismo estriba en los respetos humanos, el impulso de la justicia social, la promoción de la democracia y la primacía del Estado de Derecho", leyó.
A su juicio, para vencer el terrorismo la comunidad internacional debe forjar "urgentemente un consenso político que deje atrás las diferencias", analizándolo en toda sus dimensiones. Este consenso, afirmó, debe asentarse en "los pilares del multilateralismo efectivo, la cooperación internacional y la defensa de la legalidad y de los derechos humanos", cristalizando en un plan de acción global que reconozca a Naciones Unidas "el lugar central de liderazgo que le corresponde".
Además, agradeció a Kofi Annan "su resolución y determinación para asumir la responsabilidad de convertir a las Naciones Unidas en el motor de nuestros esfuerzos comunes" Y destacó la necesidad de concluir cuanto antes la Convención global contra el terrorismo, adoptando "una definición general y compartida del fenómeno". A su juicio sería muy útil establecer un fondo internacional para asistir a los Estados con menos recursos para que puedan cumplir con sus obligaciones internacionales contra el terrorismo.
La ONU debe "coordinar" las políticas de Seguridad
Consideró que la ONU debe poder "coordinar y complementar" la cooperación internacional contra este fenómeno y apostó por "reforzar los mecanismos de cooperación operativa" entre los Estados, en los ámbitos policial, judicial y de inteligencia, para "prevenir nuevos atentados" pero también para "aislar y cercar" a las organizaciones terroristas y a aquellos que los apoyan, financian y justifican". "Es necesario intercambiar más y mejor información, para luchar eficazmente contra la financiación del terrorismo" y para la seguridad del comercio internacional y de las infraestructuras.
Por otra parte, consideró necesario "impulsar el compromiso incansable de la sociedad civil para generar una cultura de tolerancia" y derrotar a los que "pretenden perpetuar la intolerancia. El jefe del Ejecutivo confió en que la Cumbre de Madrid será recordada como "expresión de la solidaridad con las víctimas" y el refuerzo del compromiso "con la defensa de la libertad y la ley, así como por la unidad y firmeza mostradas frente al terrorismo". Ese compromiso, dijo, es "frente a todos los terrorismos, porque para ninguno de ellos caben excusas perversas, impunidad o refugios de clase alguna".
Por ello, animó a todos los asistentes a propiciar "más democracias en el mundo con la presión política, la razón y la paciencia", fortalecer la ONU, el multilateralismo y la legalidad internacional, cumplir los Objetivos del Milenio sobre erradicación de la pobreza, defender el principio de resolución pacífica de conflictos, poner en marcha una Alianza de Civilizaciones y aumentar la seguridad "compartiendo modelos judiciales, policías cooperadoras y servicios de inteligencia con lealtad entre los países".
El Rey aboga por la "unidad" para combatir el terrorismo
Antes de la intervención de Zapatero, el Rey Don Juan Carlos, en su discurso de clausura de la Cumbre, dijo que las divisiones en el seno de una sociedad "debilitan" la lucha contra el terrorismo, recalcó el "imperativo moral" que incumbe a todos los demócratas a luchar "unidos" contra la violencia terrorista, y pidió "unidad, determinación y cooperación" para este objetivo.
El Monarca dedicó sus primeras palabras para dar la bienvenida a los jefes de Estado y de Gobierno y a las personalidades asistentes a esta Cumbre, dirigiendo también un saludo a los altos directivos de organizaciones y organismos internacionales, así como a expertos de varios países, que han "enriquecido" sus trabajos y debates.
Igualmente, agradeció al Club de Madrid y a las administraciones estatal, autonómica y local, su celebración, deseando a todos los participantes que sus debates, centrados en uno de los problemas y amenazas "más graves y acuciantes" para la sociedad, resulten "útiles y beneficiosos para todos".
En primer lugar, recordó que en otoño de 2001 tuvo el honor de clausurar la Conferencia sobre Transición y Consolidación Democráticas, que estuvo marcada por la aún reciente conmoción causada por los atentados del 11 de septiembre en Nueva York. Así, señaló que este jueves, en el primer aniversario del 11-M, hablar de terrorismo de llevar a "reafirmar nuestra máxima condena a la violencia terrorista y a redoblar nuestra unidad para acabar con esta lacra como prioridad insoslayable".
De esta forma, el Rey no olvidó referir que España vive hace años el "flagelo" del terrorismo, en los cuales la democrática sociedad española ha venido padeciendo "el hondo sufrimiento causado por el fanatismo de quienes asesinan, amenazan o extorsionan en nombre de ideologías totalitarias y excluyentes". "Desprecian la vida y derechos de muchos hombres, mujeres y niños, destrozando la vida de sus familiares y desgarrando el corazón de todos", enfatizó.
Por ello, Don Juan Carlos dijo interpretar esta Cumbre como una "muestra solidaria" frente al "dolor y triste recuerdo" del pasado 11 de marzo y hacia los cientos de familias que en España han sufrido los efectos del terrorismo.
A este respecto, agregó que mañana hará un año que murieron 192 personas, cientos sufrían heridas de diversa consideración, y miles de familiares se veían confrontados con una "inmensa tragedia que sumió a España en el más profundo luto y dolor", recordando también que a ello se unió una "respuesta solidaria, admirable y espontánea" por parte del pueblo español, "desprovista de tintes xenófobos" y "siempre generosa y serena".
Dedicó, junto a la Reina Doña Sofía, el "más emocionado homenaje" de reconocimiento y respeto" a estas víctimas, a los heridos y a sus familiares, que merecen, remarcó, toda su "solidaridad y afecto". Asimismo, extendió este sentimiento a "todas y cada una de las víctimas del terrorismo", dejando claro que "todos son igualmente mártires de la libertad y de la democracia".
Dicho esto, el Rey resaltó que el terrorismo es un fenómeno "perverso, inhumano e injustificable, contrario a la democracia" y que, por tanto, las sociedades libres y democráticas "no pueden claudicar ni ceder" ante él ni ante sus "amenazas, chantajes o exigencias". "De hacerlo, estarían minando gravemente los valores y principios en que se asientan", avisó.
"De ahí el imperativo moral que incumbe a todos los demócratas de luchar unidos contra la violencia terrorista y contra quienes la encubren o apoyan, con la fortaleza de nuestros valores y convicciones, empleando todos los instrumentos que nos ofrece el Estado de Derecho y reforzando la cooperación internacional, tanto en el plano bilateral como en el multilateral", apostilló.
El Rey consideró que unidad, determinación y cooperación constituyen, pues "piezas esenciales e indisociables" en esa lucha de las democracias por la "supremacía de los valores éticos en los que se asientan el pluralismo, la tolerancia y la convivenciaen paz". Defendió así la unidad por cuanto "las divisiones en el seno de una sociedad debilitan la lucha contra el terrorismo; determinación porque esta amenaza" afecta a "nuestros derechos y libertades"; y la cooperación porque nos enfrentamos a un fenómeno que "traspasa la fronteras y se instala en sociedades ajenas cuando la globalización es ya un hecho incontestable".
"Unidad, determinación y cooperación son conceptos que también nos impone el recuerdo imborrable de todas las víctimas del terrorismo.
Sus muertes, sus mutilaciones o cicatrices, su ejemplo y valentía, nos recuerdan día a día la deuda que tenemos contraída con todas ellas y con sus familias. Les debemos todo nuestro afecto, apoyo y solidaridad, atendiendo a sus necesidades, derechos y sensibilidades", aseveró.
Por último, Don Juan Carlos mostró su deseo de que los trabajos de la Cumbre sirvan para redoblar la eficacia de los esfuerzos convergentes por eliminar el terrorismo y para dirigir un mensaje "claro y unánime a quienes lo practican, promueven y amparan" de que la violencia terrorista "no tiene, ni podrá tener nunca cabida en nuestras sociedades firmemente comprometidas en la defensa de la libertad".