LD (Europa Press) PNV y PSE coincidieron en sus críticas al PP; los nacionalistas reprocharon a los populares que "dan la impresión de no quieren que acabe la violencia" y los socialistas les acusaron de que "parece que buscan que el proceso de paz se frustre". La iniciativa de condena fue aprobada a través de una enmienda a la totalidad al texto presentado inicialmente por el PP, en el que, además de la condena, los populares exigían la disolución de ETA. La proposición del PSE, por su parte, añadía a la condena la reclamación de verificar la voluntad de ETA de abandonar el terrorismo.
El documento finalmente aprobado (con el rechazo del PP y la abstención del PSE) se limita a mostrar la "más enérgica condena" de la Cámara a "los actos de violencia callejera que han tenido lugar recientemente en las localidades de Barañain y Getxo, al tiempo que muestra su total solidaridad y apoyo a las personas afectadas por estas acciones", pero no apunta a la autoría de ETA. No fue posible consensuar un texto conjunto porque PP y PSE se negaron a que se limitara a condenar los ataques, como pretendían los nacionalistas.
Insistir en ETA "como el 11-M"
En lo que coincidieron éstos con el PSE fue en las críticas al PP. El parlamentario del PNV José Antonio Rubalkaba reprochó al PP que siga manteniendo "erre que erre" la atribución de la autoría de los ataques a ETA, cuando todos los informes policiales apuntan en dirección contraria. Rubalkaba equiparó la postura de los populares con la que mantuvieron en el 11-M al insistir en que fue ETA la responsable de los atentados, incluso después de que los indicios empezaran a desmentir esta hipótesis. "Aquello les costó el Gobierno", dijo. El nacionalista interpretó la negativa del PP a que el texto se limitara a la condena de los hechos como que "lo que quieren es seguir diciendo que no hay tregua y que no hay que dar ningún paso". "Si no les conociera, pensaría que no quieren que acabe la violencia; ésa es la impresión que da", añadió.
Por su parte, el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, criticó a los populares por "dar por sentado" que fue ETA la responsable de los atentados, a pesar de que las informaciones policiales "no avalen esa hipótesis". Pastor se sumó a las críticas de Rubalkaba, diciendo que "parece que lo que está buscando es que el proceso de paz se frustre", por lo que consideró que la iniciativa presentada por ese partido pretende "dar a entender que los instrumentos de verificación puestos en marcha por el Gobierno están de más". En este sentido, defendió la conveniencia de mantener la parte de la propuesta de su partido referida al proceso de verificación del final del terrorismo. Asimismo, preguntó a los parlamentarios del PP "si están en la onda de cooperación con el presidente del Gobierno que ha empezado a poner en marcha Mariano Rajoy" o si por el contrario "suscriben la posición de Mayor Oreja cuando afirma que el PP tiene la obligación de no caer en la trampa de la paz, sino explicar la maldad del proceso".
"Todos han cambiado menos el PP"
Desde las filas populares, su portavoz, Leopoldo Barreda, se mostró de acuerdo con el rechazo a los ataques incluido en la propuesta del tripartito, pero denunció que el texto "rebaje las exigencias a ETA" respecto a las reacciones iniciales a los ataques, en las que recordó que el PSN pidió la disolución de ETA y el Ayuntamiento de Getxo exigió un alto el fuego "permanente y universal". "Todos han cambiado menos el PP", se lamentó, al tiempo que denunció que "ahora se quiere hacer distingos y matices entre violencia callejera y ETA", cuando "los demócratas antes no establecíamos esa diferencia". Tampoco se mostró dispuesto a "olvidar" la entrevista de ETA en Gara, algo que, junto a los ataques de Barañain y Getxo, consideró que no ha de ser "minusvalorado" ni tratado como un "accidente".
La portavoz de EHAK (Batasuna), Nekane Erauskin, cuyo grupo no participó en la votación, consideró que este tipo de debates son "estériles" y son "un obstáculo para la superación del conflicto". Por el contrario, reclamó "sentar las bases" de la resolución del problema del País Vasco a través de un debate "sin marginaciones políticas ni territoriales". El parlamentario de EA Unai Ziarreta reprochó a los populares su deseo de "abortar el proceso, si es posible antes de que nazca", algo que atribuyó a su "miedo" de que, una vez acabado el terrorismo, no haya "excusas" para "avanzar hacia el reconocimiento del derecho a decidir" de la sociedad vasca. Oskar Matute, de EB-Berdeak, reprochó al PP que trate de "ligar objetivos políticos legítimos con afinidad con ETA" y reclamó el fin de "las lecturas aviesas de la situación que tratan de poner dificultades al proceso". l