"El golpe debe revertirse sin condiciones o, en caso contrario, vendrá una violencia generalizada", aseguró Zelaya en una entrevista con el canal 4 de la televisión local, afín al Gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega.
Agregó que ese posible escenario de violencia desprestigiaría el estado de derecho y el estado democrático en el mundo. "Los golpistas deben pagar las consecuencias o se vendrá una pandemia de golpes de Estado en América Latina", alertó.
El depuesto mandatario consideró, además, que Estados Unidos es el que tiene influencia "para cambiar las cosas" en su país. Zelaya demandó a Washington "recrudecer de forma más enérgica, más fuerte y con mayor decisión" sus sanciones contra las nuevas autoridades de su país, encabezadas por Roberto Micheletti.
En concreto, hizo esta petición al embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, con quien inesperadamente se reunió el jueves en la sede diplomática de Honduras en Managua.
Micheletti, contra el aislamiento
Mientras, el presidente de Honduras, Roberto Micheletti, afirmó este viernes que su país será capaz de aguantar el aislamiento internacional en que se ha visto envuelto tras las acciones que culminaron en la expulsión del presidente Zelaya.
En declaraciones a Reuters, Micheletti respondió con rotundidad acerca de cómo sobrellevaría su país la presión internacional que ya ha derivado en recortes de ayuda exterior y algunos problemas de establecimiento. "Sí, la podemos perfectamente soportar", sentenció en referencia a las condenas de la comunidad internacional tras haber expulsado del país a Zelaya por sus reiteradas violaciones del orden constitucional.
"Nosotros no aceptamos que nos imponga nadie nada. Aquí no hay ningún país por muy poderoso que sea que va a venir a decirnos a nosotros qué es lo que tenemos que hacer", aseguró el presidente ante las amenazas de aislamiento internacionales en favor de Zelaya, apoyado también por Chávez.
Micheletti se refirió en concreto a Estados Unidos y Venezuela, que reclaman el regreso al poder del presidente depuesto, Manuel Zelaya, al igual que el mediador de la crisis y presidente de Costa Rica, Óscar Arias.
Así, y tras recordar el "respeto" del pueblo hondureño por los estadounidenses, Micheletti denunció que si Washington decide romper las relaciones con Tegucigalpa lo único que provocará es que llevarán "a un país pobre a mayor pobreza". El mandatario interino tachó de "error" esta forma de presión.
Por otra parte, respecto a la supuesta influencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, aliado de Zelaya, Micheletti celebró la evolución de los acontecimientos. Se mostró satisfecho porque entiende que "Chávez se equivocó con Honduras" y "creyó que el títere que tenía programado iba a lograr los objetivos". "Aquí chocó con un pueblo con dignidad, con amor a su patria, a su democracia".
Estados Unidos anunció el martes la suspensión de los visados diplomáticos a cuatro funcionarios del Gobierno hondureño encabezado por Micheletti, quien fue nombrado presidente por el Congreso para reemplazar a Zelaya tras el golpe del 28 de junio y no es reconocido por la comunidad internacional.
Zelaya, que se declaró un "huésped" del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, anunció también que retornará al municipio de Ocotal, fronterizo con Honduras, desde donde trata de organizar un "ejército" para regresar a su país.