L D (Agencias) El jefe del Gobierno español y el presidente de Estados Unidos asistieron al acto cultural con el que comenzó la cita de la capital letona y que se celebró en el edificio de la Opera Nacional, lugar en el que ambos, junto con el resto de jefes de Estado o de Gobierno de la Alianza, compartieron posteriormente una cena.
Este martes, todos ellos asistirán a la segunda y última jornada de trabajo de la Cumbre. La distancia entre la Administración Bush y el Gobierno español, parte de las múltiples provocaciones y desaires de Zapatero hacia Bush, su Gobierno y los propios EEUU.
Este martes, todos ellos asistirán a la segunda y última jornada de trabajo de la Cumbre. La distancia entre la Administración Bush y el Gobierno español, parte de las múltiples provocaciones y desaires de Zapatero hacia Bush, su Gobierno y los propios EEUU.
Cuando aun estaba en la oposición, Zapatero despreció la bandera de EEUU, al sentarse a su paso en un desfile militar con motivo de la Fiesta Nacional. Tras ganar las elecciones del 14-M, Zapatero retiró intempestivamente las tropas, saltándose los compromisos adquiridos por él mismo y sin informar a los aliados. Meses después en Túnez, Zapatero animó a los países de la coalición internacional a abandonar Irak como él lo hizo. Por si fuera poco en las últimas elecciones estadounidenses Zapatero, en una actitud insólita en un jefe de Gobierno, tomó partido claramente por John Kerry, rival de Bush que salió derrotado en los comicios.
Con este bagaje no es de extrañar en casi tres años en el poder, Zapatero no haya podido hablar con Bush más que cinco minutos en una cumbre UE-EEUU celebrada en Bruselas. De hecho, en La Moncloa aún siguen esperando, dos años después, que Bush le devuelva a Zapatero la llamada que le hizo para felicitarle por su victoria en las elecciones.