El presidente reiteró una y otra vez su versión del conflicto con Libia, eliminando de su discurso cualquier connotación bélica. Palabras como "humanitario", "conflicto", "protección" y "aspiraciones de cambio" trataban de sustituir la evidente crudeza del conflicto.
Zapatero aseguró tras la finalización del Consejo Europeo la "necesidad de hacer un gran esfuerzo de apoyo humanitario por el conflicto y situación de Libia". A ello, dijo, "se va a dedicar de manera prioritaria la UE", aunque "todos los países estamos contribuyendo. El objetivo de dicha guerra, señaló una y otra vez sin utilizar la palabra, es "proteger a la población civil".
El presidente del Gobierno ha anunciado también que la UE "desplegará toda su capacidad política" para "culminar las aspiraciones de cambio" de los ciudadanos libio y para "dar paso a un nuevo régimen", tal y como se ha decidido en el Consejo Europeo celebrado en Bruselas.
Zapatero quiso matizar varias veces que ha sido "el Consejo, en tanto UE y países integrantes" el responsable de la intervención militar, que tiene como objetivo "culminar las aspiraciones de cambio y, por tanto, dar paso a un nuevo régimen sistema político en Libia". Y aclaró: "para definirlo con precisión vamos a usar la fuerza amparada por UE de manera limitada y contenida para proteger al pueblo libio, y vamos a poner toda nuestra determinación política para que haya un cambio en Libia, un cambio de sistema de gobierno que permita a través de un proceso de dialogo alumbrar lo que es su aspiración de los libios, un país democrático".
El maquillaje aplicado por el presidente llega al extremo de que la aviación está bombardeando el país para dar la "mejor respuesta a los deseos de los manifestantes". "La respuesta son los cambios políticos y no la represión", dijo en Bruselas. Y señaló que el consejo que ababa de terminar declaró su "voluntad de impulsar a los países con el sur del mediterráneo y acompañar esfuerzos con medidas económicas".
Además, el presidente ha trasladado la "preocupación" de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE por el "deterioro" de la situación en otros países de la región y ha explicado que el Consejo ha condenado la violencia ejercida y apelado "a las reformas y a los cambios como la mejor respuesta a los deseos de los manifestantes".
Preguntado posteriormente por el posible riesgo de ataques terroristas debido a esta participación en Libia, Zapatero aseguró que no existe "ninguna previsión especial": "No hay nada concreto o particular en lo referente a la crisis de Libia".
"Catástrofe nuclear"
Zapatero también tuvo palabras para la crisis nuclear japonesa, que denominó "catástrofe" pese a que todavía no se ha cobrado ninguna víctima pese a su incuestionable gravedad.
Una crisis que traerá "consecuencias" debido al "hilo conductor" de un debate en torno a la "fuerte exigencia para garantizar la seguridad" de las centrales de en la UE. Recordó los "stress-test" que los países de la Unión van a llevar a cabo "de forma coordinada".
"Además el consejo ha decidido la revisión del marco jurídico reglamentario impulsado por la comisión y que ha de estar acordado antes de final de año. También la comisión debe hacer una evaluación y seguimiento de las consecuencias de la catástrofe".
Las consecuencias para las centrales que no superen las pruebas y que no ofrezcan margen de mejora, serán "lógicamente que no puede continuar".
"A una determinada edad las exigencias tienen que ser mayores, porque es evidente que afortunadamente los avances tecnológicos hacen que no sea lo mismo en seguridad una central de los setenta que una de ahora. En mi opinión la edad cuenta", señaló.