(Libertad Digital) El Gobierno ha filtrado a El País un oportuno señuelo para contener la brecha de credibilidad de la política exterior española.
Según publica este jueves el diario pro-gubernamental, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha lanzado la candidatura del general Félix Sanz Roldán a la presidencia del Comité Militar de la Alianza Atlántica.
El JEMAD español se medirá con sus homólogos de Italia, almirante Giampaolo di Paola, y Polonia, general Franciszek Gagor.
La elección se realizará por votación en el seno del Comité Militar a finales de noviembre, es decir, cuatro meses antes de la celebración de las Elecciones Generales en España. El nuevo presidente del órgano de planificación militar de la Alianza tomará posesión de su puesto en junio de 2008.
La relevante información servida en exclusiva por el diario más fiel al Gobierno encierra diversas claves políticas de consumo interno, que es donde Zapatero juega todas sus bazas, incluso las de la Política Exterior.
En primer lugar, la candidatura del fiel Sanz Roldán –tuvo un papel activo en la sanción impuesta al general Mena por el incidente de la Pascua Militar de 2005, a pesar de que no era de su competencia directa–, se comunica a la opinión pública al mismo tiempo que arrecian las muestras de la creciente irrelevancia de España en el mundo, un análisis que acaba de ser razonado por el influyente International Herald Tribune, pero que está en la base de recientes incidentes, como la negativa de París a retractarse de una revelación de su primer ministro, François Fillon, sobre el arrepentimiento que le confesó Zapatero acerca de su propia política de Extranjería; o la cancelación de la cumbre anual hispano-germana, por el desinterés del presidente español y la falta de agenda.
Por otra parte, un éxito en la promoción del general Sanz a la cúpula militar de la OTAN permitiría a Rodríguez Zapatero cerrar el mandato desquitándose de la imagen de apestado de EEUU que arrastra desde que llegó al poder y decidió, antes que ninguna otra medida y en contra de su propia promesa de esperar a una resolución de la ONU, retirar las tropas españolas de la post-guerra de Irak.
La información de El País no ofrece claves de las opciones políticas de éxito de Zapatero en esta efectista operación.
Sin el aval de Washington, el ascenso del general Roldán es inviable, así que, una de dos: o el presidente español se ha lanzado a la piscina sin saber si hay agua, o bien la cuestión ya está pactada, quizá durante la reciente visita a España de la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice.
No cabe duda de que el Gobierno y su altavoz mediático predilecto, los medios del grupo Prisa, van a hacer especular electoralmente durante los próximos meses con este golpe de efecto, en la medida en que el nombramiento del general Sanz Roldán haya podido ser amarrado previamente en los despachos políticos.
El cargo en sí, presidente del Comité Militar, no es el de mayor capacidad operativa, que corresponde al comandante supremo –siempre, un general estadounidense–, pero "sí es el más relevante que puede desempeñar un militar europeo", según se encarga de subrayar El País en su edición de este jueves.