El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se ha dirigido al pueblo ecuatoriano desde el balcón del Palacio de Gobierno para lamentar el derramamiento de sangre provocado por el amotinamiento de una parte de las fuerzas de seguridad, al tiempo que ha agradecido a la población y a los líderes internacionales -entre ellos el presidente Rodríguez Zapatero- el apoyo mostrado a lo largo de la jornada del jueves.
Según han informado fuentes del Ejecutivo, la llamada de Rodríguez Zapatero ha tenido lugar mientras Correa permanecía en el hospital en el que había sido atendido tras resultar herido en una de las concentraciones y del que, le ha dicho a Zapatero, tiene dificultades para salir.
El centro hospitalario está rodeado de policías sublevados en protesta por la eliminación de incentivos profesionales y Correa ha señalado a Zapatero que la situación es "muy tensa".
El jefe del Ejecutivo español ha condenado la crisis provocada por estos policías y ha hecho un llamamiento para que la situación vuelva a la normalidad y se respeten las instituciones democráticas y la figura del presidente democráticamente elegido. En este contexto, Zapatero y Correa han acordado mantenerse en contacto por vía telefónica.
La diplomacia española, han añadido las fuentes del Ejecutivo, está trabajando junto a otros países preocupados por la situación que atraviesa Ecuador para conseguir que la crisis se resuelva de manera satisfactoria.