L D (Agencias) El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió este sábado de que espera que sea "la última vez" que en un foro como la cumbre iberoamericana alguien actúa como lo ha hecho el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con sus críticas al ex mandatario José María Aznar.
Zapatero hizo estas declaraciones a los periodistas cuando abandonaba la sede de la XVII Cumbre iberoamericana y después de que él y el Rey Juan Carlos se enfrentaran en la sesión plenaria a Chávez por esas críticas a Aznar.
El jefe del Ejecutivo subrayó que España considera "absolutamente inapropiado y no aceptable" en un foro democrático como esta cumbre, donde todas las ideas pueden expresarse libremente, que haya descalificaciones a personas que han tenido una responsabilidad fruto de la voluntad popular.
"Espero que sea la última vez; espero que sea la última vez -dijo por dos veces Zapatero- porque construir un diálogo democrático es, ante todo, construir el respeto". El presidente del Gobierno reiteró las palabras que ya dirigió a Chávez en la sesión plenaria en el sentido de que, aunque se tengan las ideas más dispares y se esté en las antípodas políticas, "respetar a las instituciones es respetar a los ciudadanos".
A su juicio, respetar a las instituciones es también respetar a la comunidad iberoamericana. Zapatero garantizó que el Gobierno de España siempre ha respetado, respeta y respetará a todos los gobernantes elegidos democráticamente, y, por ello, siempre ha exigido, exige y exigirá el respeto a todos ellos.
"Así es como se debe funcionar y así vamos a exigir que se funcione", recalcó. Los ataques de Chávez a Aznar y luego los del presidente nicaragüense Daniel Ortega a empresas españolas con inversiones en su país provocaron que el rey Juan Carlos abandonara el pleno.
El Rey había espetado antes a Chávez "¿Por qué no te callas?, cuando estaba interrumpiendo a Rodríguez Zapatero. Posteriormente, Chávez dijo que el Gobierno de Venezuela se reserva el derecho de responder.
Zapatero hizo estas declaraciones a los periodistas cuando abandonaba la sede de la XVII Cumbre iberoamericana y después de que él y el Rey Juan Carlos se enfrentaran en la sesión plenaria a Chávez por esas críticas a Aznar.
El jefe del Ejecutivo subrayó que España considera "absolutamente inapropiado y no aceptable" en un foro democrático como esta cumbre, donde todas las ideas pueden expresarse libremente, que haya descalificaciones a personas que han tenido una responsabilidad fruto de la voluntad popular.
"Espero que sea la última vez; espero que sea la última vez -dijo por dos veces Zapatero- porque construir un diálogo democrático es, ante todo, construir el respeto". El presidente del Gobierno reiteró las palabras que ya dirigió a Chávez en la sesión plenaria en el sentido de que, aunque se tengan las ideas más dispares y se esté en las antípodas políticas, "respetar a las instituciones es respetar a los ciudadanos".
A su juicio, respetar a las instituciones es también respetar a la comunidad iberoamericana. Zapatero garantizó que el Gobierno de España siempre ha respetado, respeta y respetará a todos los gobernantes elegidos democráticamente, y, por ello, siempre ha exigido, exige y exigirá el respeto a todos ellos.
"Así es como se debe funcionar y así vamos a exigir que se funcione", recalcó. Los ataques de Chávez a Aznar y luego los del presidente nicaragüense Daniel Ortega a empresas españolas con inversiones en su país provocaron que el rey Juan Carlos abandonara el pleno.
El Rey había espetado antes a Chávez "¿Por qué no te callas?, cuando estaba interrumpiendo a Rodríguez Zapatero. Posteriormente, Chávez dijo que el Gobierno de Venezuela se reserva el derecho de responder.
Moratinos y el "afán de protagonismo" de Chávez
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, consideró que el incidente protagonizado entre el Rey y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no tendrá consecuencias para los españoles en Venezuela, muchos de los cuales se han visto afectados por las invasiones a sus propiedades y que, hasta el momento, contaban con el apoyo del Gobierno venezolano en la solución de sus casos, según ha venido sosteniendo el Gobierno español en los últimos meses.
Así se pronunció Moratinos en breves declaraciones a los periodistas que viajan con él y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quienes relató que el ambiente con Chávez comenzó a caldearse este viernes en la reunión informal que mantuvieron los jefes de Estado y de Gobierno por la tarde, cuando Chávez arremetió contra el lema de la Cumbre, la cohesión social, lo que molestó a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, y provocó que se le preguntara a Chávez qué estaba haciendo él con su país.
El jefe de la diplomacia española remarcó que el presidente venezolano, Hugo Chávez, acudió a la Cumbre iberoamericana sin "ninguna propuesta en particular" y con un cierto afán de protagonismo. Después de que Chávez insultara al ex presidente del Gobierno español José María Aznar, a quien llamó "fascista", explicó que, aunque se trataba de una situación diplomática "muy difícil", el Ejecutivo consideró que hay ciertas "líneas rojas que no se deben rebasar".
Una situación "incómoda"
Por eso, cuando en la sesión de hoy Chávez insiste en sus descalificaciones a Aznar, el Rey y Zapatero deciden que Don Juan Carlos salga para dejar que sea Zapatero quien dé la respuesta política y liberar al Rey de una situación tan incómoda.
De otro lado, indicó que al término de la Cumbre el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que tras Chávez arremetió asimismo contra España y en concreto, la empresa Unión Fenosa, acudió a ver a la delegación española para presentar algunas "explicaciones" y excusas.