LD (EFE) Unos cien heridos es el saldo de los violentos enfrentamientos entre la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y las fuerzas de seguridad de ese estado sureño. La trifulca, que se prolongó unas cuatro horas, estalló tras el intento de los manifestantes de tomar el auditorio del Cerro del Fortín, donde pretendían realizar una fiesta alterna denominada Guelaguetza popular para este lunes para adelantarse a la ceremonia oficial prevista entre el 23 y 30 de julio.
El mes pasado, los maestros y miembros de la APPO, organización opuesta al gobernador Ulises Ruíz, acordaron boicotear la Guelaguetza, una de las más grandes del estado mexicano de Oaxaca, que muestra las costumbres y tradiciones de sus ocho etnias. La fiesta es un festejo que se realiza en el estado sureño desde 1938, en la que representantes de las dieciséis etnias del estado muestran parte de sus costumbres y tradiciones de cada una de las comunidades indígenas.
El secretario de Protección Ciudadana del estado, Sergio Segreste, informó que la trifulca dejó quince policías heridos, 42 detenidos sin que se informara si hubo lesionados por parte de los manifestantes pues de lo cual, dijo, "no tenemos ningún dato". Agregó que los manifestantes quemaron seis autobuses de transporte público y un camión cisterna.
Por su parte, el portavoz de la APPO, Florentido López, aseguró que en el enfrentamiento hubo "cuarenta lesionados de su organización, y todos han sido atendidos por médicos particulares". Explicó que las lesiones fueron consecuencia de los golpes con piedras y macanas o intoxicados por gases lacrimógenos, y también resultaron parcialmente incendiados un restaurante y parte de un hotel de cuatro estrellas.