El pasado día 10 de diciembre el gobierno iraquí comunicó su intención de volver a forzar el desplazamiento del campo de refugiados de Ashraf a una zona próxima la ciudad de Basora, en el sureste del país junto a la frontera con Irán.
El Campo de Ashraf estuvo bajo tutela internacional desde al año 2003. Desde enero de 2009 y después de la retirada de las tropas norteamericanas, su seguridad está en manos de autoridades iraquíes. En la actualidad el régimen iraquí continúa poniendo obstáculos para evitar la entrada en el campo de alimentos, medicinas o suministro de gasolina, no permitiendo el acceso a médicos, abogados y medios de comunicación
Vidal-Quadras asegura que la decisión de traslado del gobierno iraquí, puede provocar una masacre muy superior a los hechos ocurridos en julio pasado cuando fuerzas iraquíes irrumpieron por la fuerza en el campo provocando 11 muertos y más de 550 heridos graves.
Asimismo ha denunciado que esta actuación de gobierno de Irak es una violación total de los Derechos Humanos y de la Convención de Ginebra. También ha advertido de las graves consecuencias que esta decisión puede provocar en las relaciones entre la UE e Irak.
Para dejar patentes sus advertencias, el vicepresidente del Parlamento Europeo ha enviado sendas cartas al Secretario General de la ONU, y al primer ministro irakí Nuri Al-Malik.