Como cualquier campaña electoral en Venezuela en los últimos 10 años, Hugo Chávez ha estado presente en todo momento. Para estas legislativas no ha sido la excepción pese a que un miembro del Consejo Nacional Electoral (CNE) le pidió que se abstuviera a participar en la misma ya que violaría la ley electoral. La respuesta del bolivariano no sorprendió a nadie y lo hizo con amenazas e insultos.
Como ha dicho en los diversos discursos que ha dado en las últimas semanas, el bolivariano necesita una victoria como sea: "Vamos a la victoria del 26 para profundizar, para radicalizar la revolución bolivariana, rumbo al socialismo". Además, ya dijo a sus seguidores que el objetivo principal es "demoler" a la oposición y hasta llegó a llamar su campaña como "operación demolición". Más claro agua. También se encargó de enardecer a sus votantes y hasta juramentar a las que ha llamado "las guardianas de Chávez".
La meta que se ha trazado el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es conseguir al menos 110 de los 165 escaños que conforman la Asamblea Nacional. Así lo aseguró además Jacqueline Farías, dirigente del PSUV: "El comandante Chávez necesita la Asamblea Nacional que hoy tenemos: revolucionaria, 100% chavista y debemos mantenerla así".
En la actualidad, el Movimiento V República (MVR), partido principal de la coalición chavista, tiene 114 diputados, mientras que el resto del parlamento es ocupado por otras agrupaciones afines. No hay que olvidar que en esas elecciones legislativas de 2005 la oposición se retiró por "falta de garantías para el voto secreto" y que además la abstención alcanzó el 74,74%.
La oposición, optimista, denuncia un fraude
Con un panorama muy distinto al de hace cinco años, la oposición busca dar una sorpresa en estas legislativas. Algunos expertos ya anunciaron hace unas semanas que existen encuestas que dan incluso un empate técnico para las elecciones del día 26 aunque otras también apuntan a una clara victoria del oficialismo que podría obtener sin problemas ese 52% que necesita para quedarse con los 110 ansiados escaños. Sin embrago, los principales representantes de la oposición creen firmemente en una victoria que podría traer muchos problemas a Chávez.
Antonio Ledezma es uno de los presentantes más visibles de esa oposición. El actual alcalde metropolitano de Caracas señaló que "la oposición democrática está presta a cantar victoria. El domingo aspiro a que el gobierno admita que va a haber una mayoría a favor de la democracia. Lo que va a ocurrir el domingo es una derrota y una victoria contra el fraude".
Además, en su opinión el fraude es una realidad: "Es fraude hacer uso indebido de los medios de comunicación con las maratonianas campañas de radio y televisión del presidente, usar a los ministros y los recursos de los ministerios para tratar de imponer una voluntad a los ciudadanos que van a ejercer a conciencia su voto y pretender poner al servicio de una táctica política a las instituciones".
Por su parte, la líder opositora Delsa Solórzano, del partido socialdemócrata Un Nuevo Tiempo, señaló a la agencia AFP que "hay que ganar el 26 de septiembre, primero porque en la calle se siente que somos mayoría, pero también porque es una obligación recuperar la patria, reencaminarla por la Constitución y la legalidad". Agregó además que "va a comenzar una nueva era. Seremos una mayoría que legisle para la gente, que controle y logre un equilibrio entre los poderes del Estado".