L D (EFE) El ministro señaló que el primer lote de 28.000 fusiles llegará a Venezuela en octubre, el segundo a principios de enero de 2006 y la partida final en marzo del próximo año. Esta operación ha sido duramente criticada por Washington, que ha expresado su temor a que los fusiles terminen en manos de grupos guerrilleros colombianos.
Portavoces del Gobierno venezolano han calificado de "absurda" esa preocupación y han señalado que es irónico que la crítica provenga del país que gasta en equipamiento militar más que el resto de los países del mundo juntos. El contrato incluye la adquisición de un simulador de tiro y la transferencia de tecnología con el fin de que en un futuro cercano sea fabricado por la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM). En ese sentido, García dijo que 45 técnicos venezolanos se capacitarán durante once meses en Rusia para aprender el proceso de fabricación. García recordó que Venezuela también ha adquirido un lote de helicópteros rusos, que "comenzarán a llegar pronto", como parte de un programa de actualización de su equipo de defensa.
En círculos especializados causó sorpresa la decisión de los militares venezolanos de adquirir el AK-103, de calibre 7,62 milímetros por 39, cuando la tendencia en el mundo es la de equiparse con fusiles de calibre 5,56 por 45. El desconcierto se explica porque en el proceso de selección del "fusil de asalto del siglo XXI", que los militares empezaron en 1997, se especificó que el arma elegida debería ser del calibre 5,56 por 45.
Portavoces del Gobierno venezolano han calificado de "absurda" esa preocupación y han señalado que es irónico que la crítica provenga del país que gasta en equipamiento militar más que el resto de los países del mundo juntos. El contrato incluye la adquisición de un simulador de tiro y la transferencia de tecnología con el fin de que en un futuro cercano sea fabricado por la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM). En ese sentido, García dijo que 45 técnicos venezolanos se capacitarán durante once meses en Rusia para aprender el proceso de fabricación. García recordó que Venezuela también ha adquirido un lote de helicópteros rusos, que "comenzarán a llegar pronto", como parte de un programa de actualización de su equipo de defensa.
En círculos especializados causó sorpresa la decisión de los militares venezolanos de adquirir el AK-103, de calibre 7,62 milímetros por 39, cuando la tendencia en el mundo es la de equiparse con fusiles de calibre 5,56 por 45. El desconcierto se explica porque en el proceso de selección del "fusil de asalto del siglo XXI", que los militares empezaron en 1997, se especificó que el arma elegida debería ser del calibre 5,56 por 45.