LD (EFE) En el segundo atentado terrorista en Bagdad, el Ministerio de Interior de Irak ha confirmado la muerte de al menos diez personas y heridas en otras setenta después de que explotaran dos bombas en el interior de un concurrido mercado del centro de la capital iraquí. Numerosas tiendas y puestos han sido consumidos por el fuego. Policías y soldados han acordonado la zona.
Horas antes, al menos nueve personas han muerto y otras ocho han resultado heridas tras la explosión de una bomba en una carretera del barrio de Nahda, en el este de la capital iraquí. Entre los heridos hay tres policías y otros cuatro civiles que se encontraban en la zona cuando fue detonado el artefacto.
En Tikrit, dos personas han muerto y otras ocho permanecen heridas por la explosión de una bomba al paso de una patrulla de las fuerzas de seguridad por una de las carreteras de esa ciudad, situada a 170 kilómetros al norte de Bagdad. Además, las fuerzas de seguridad decidieron prohibir el tráfico rodado en varias áreas en Mosul, en el norte iraquí, en previsión de posibles ataques.
Por otra parte, el Ejército estadounidense anunció la muerte de cuatro terroristas durante un ataque aéreo contra un grupo de trece individuos que se dedicaban a colocar bombas en una carretera de Yusefiya. Un avión los detectó y le atacó. La nota no precisa la fecha en que ocurrieron los hechos y no facilita detalles sobre los nueve criminalesrestantes. La localidad forma parte del llamado "triángulo de la muerte", escenario de frecuentes ataques contra las tropas de EEUU y las fuerzas de seguridad iraquíes.
En otro comunicado, el Ejército estadounidense informaba de la muerte de uno de sus soldados por las heridas que sufrió el pasado domingo durante una "acción de combate" en la provincia de Al-Anbar, en el oeste del país y considerada una zona bajo control de las organizaciones terroristas.
Este lunes, al menos 33 personas murieron en sendos atentados y ataques terroristas en diferentes zonas de Irak. El más mortífero fue el perpetrado por un suicida en la ciudad de Samerra, 125 kilómetros al norte de la capital, y que dejó nueve policías muertos y otras treinra personas heridas. El asesino utilizó un "camión-bomba" que empotró contra un edificio que había sido ocupado por la policía, en concreto por las temidas "fuerzas especiales", precisaron las fuentes.