LD (Agencias) La presidencia luxemburguesa en turno de la UE ha dividido en dos la histórica cumbre que el Consejo Europeo celebra este jueves y viernes en Bruselas. El primer día, los veinticinco jefes de Estado y de Gobierno analizarán posibles soluciones a la crisis abierta tras el rechazo francés y holandés al tratado constitucional. El viernes se debatirá el marco financiero de la UE para los próximos seis años.
Los mandatarios han sido recibidos a las cuatro de la tarde por Jean Asselborn, presidente en turno del Consejo Europeo y ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo. Después se han reunido con Josep Borrell, presidente del Parlamento Europeo y a las cinco y media arrancó la primera sesión de trabajo.
El presidente en turno de la UE, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker explicó que la sesión del jueves tendrá como objetivo recabar "impresiones" sobre el camino a seguir respeto al proceso de ratificación constitucional que debe finalizar en noviembre de 2006. Según han explicado fuentes de la presidencia, Luxemburgo no tiene previsto lanzar una propuesta sino recabar opiniones, lograr una posición que concilie todas las posiciones y sea reflejada en una declaración común que no se incluirá en las conclusiones del Consejo Europeo.
Varios analistas han señalado que las negociaciones serán intensas puesto que cada mandatario mantiene una visión de la solución a aplicar. Por ejemplo, el canciller alemán, Gerhard Schroeder, propuso dejar en manos de cada socio de la UE el procedimiento de ratificación. "¿Cómo vamos a dictar a los daneses, portugueses o polacos cómo tienen que lidiar con esta situación? Es una decisión soberana de cada país qué método elige para ratificar", subrayó al exponer ante el Parlamento alemán la postura de su Gobierno de cara a la cumbre que comenzará esta tarde en Bruselas.