LD (EFE) Autoridades de la localidad iraquí de Samawa, citadas por la agencia japonesa de noticias Kyodo, han informado de que una fuerte explosión sin aparentes consecuencias se ha registrado junto a la base militar nipona de Samawa, al sur de Irak.
La citada agencia ha indicado que las tropas niponas se refugiaron en contenedores de carga al oír el estruendo, similar al que producen los disparos de mortero, de acuerdo con un portavoz militar holandés, cuyo destacamento comparte emplazamiento con el de Japón. Los soldados japoneses habían sufrido, hasta el momento, ocho ataques contra sus posiciones desde que fueron desplegadas en la zona, en enero de 2004.
La Policía local cree que el ataque fue llevado a cabo desde un lugar deshabitado, a unos 2,5 kilómetros al norte del campamento, porque, en esa zona, vieron un automóvil, de color negro, alejarse a gran velocidad poco después de escucharse la explosión.
Por otra parte, fuentes de la Policía de Bagdad han informado de que al menos dos mujeres iraquíes murieron y otras seis personas resultaron heridas al errar el objetivo un cohete lanzado por terroristas contra la cárcel de Abú-Ghraib, al oeste de la capital iraquí. Según varios testigos, las víctimas se encontraban en los aledaños de la penitenciaria famosa por haber sido el escenario de las torturas de soldados estadounidenses a prisioneros iraquíes.