L D (EFE) El escritor peruano-español Mario Vargas Llosa presentó en EEUU el Instituto Internacional para la Democracia, del que es presidente, que promueve el liberalismo económico y político en América Latina frente al populismo que, a su juicio, amenaza a la región. En el acto, el novelista reconoció que las reformas de mercado puestas en marcha en los años noventa han producido "resultados catastróficos", pero lo achacó a la forma incorrecta en que fueron llevadas a cabo.
Como ejemplo, Mario Vargas Llosa habló de Perú, donde en la pasada década el entonces presidente, Alberto Fujimori, realizó privatizaciones que, en lugar de pretender la apertura del mercado, "tenían como objetivo beneficiar a grupos de interés, compañías y hombres de negocios influyentes", según el autor. Este precedente provocó una "convulsión nacional" cuando su sucesor, Alejandro Toledo, intentó realizar privatizaciones "muy tímidas", según el escritor de Arequipa.
Un cambio de "cultura"
Según el análisis del Instituto presidido por Vargas Llosa, el fracaso de las reformas económicas de los noventa en América Latina, que no produjeron el crecimiento prometido, está impulsando a los países de la región hacia el otro extremo: el populismo. Como ejemplo, Hugo Chávez, el "aprendiz de dictador" venezolano, cuyo régimen, según Vargas Llosa, no durará "mucho tiempo" debido a la fortaleza de la oposición. "Yo creo que es una movilización que a la corta o a la larga, ojalá que sea a la corta, va a tener éxito y va a devolver a Venezuela a una democracia", añadió.
El objetivo del Instituto Internacional para la Democracia es contrarrestar esas reacciones negativas y modificar lo que Vargas Llosa considera como una "cultura" latinoamericana que, a su juicio, impide el desarrollo. Los ejemplos de Chile y de España demuestran que ese cambio es posible, según el novelista. "España, un país que hace 30, 40 años tenía prácticamente todos los problemas de los países subdesarrollados latinoamericanos, es hoy una democracia muy moderna y un país muy próspero", dijo.
México y Estados Unidos
A pesar de ser más de su agrado ideológicamente, Vargas Llosa también criticó al gobierno de Vicente Fox en México, que, a su juicio, ha producido "resultados importantes en el campo político, pero en el campo económico y social resultados muy mediocres". "El electorado mexicano está expresando este tipo de frustración y descontento con un gobierno que prometió muchas cosas importantes y ha producido pocos resultados", remarcó.
Vargas Llosa también criticó a Estados Unidos por su restricción de las libertades civiles tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. "Estamos aceptando que las reglas del juego no son las reglas del derecho, sino las reglas de la efectividad y el poder, y esto es extremadamente peligroso", afirmó. "La libertad es la principal herramienta para combatir el terrorismo", sentenció el escritor.
Creado hace un año en Madrid, el Instituto aglutina a más de veinte instituciones latinoamericanas, estadounidenses y españolas, e hizo su presentación pública en EEUU en el auditorio Friedrich Hayek del Instituto Cato, en Washington.
Como ejemplo, Mario Vargas Llosa habló de Perú, donde en la pasada década el entonces presidente, Alberto Fujimori, realizó privatizaciones que, en lugar de pretender la apertura del mercado, "tenían como objetivo beneficiar a grupos de interés, compañías y hombres de negocios influyentes", según el autor. Este precedente provocó una "convulsión nacional" cuando su sucesor, Alejandro Toledo, intentó realizar privatizaciones "muy tímidas", según el escritor de Arequipa.
Un cambio de "cultura"
Según el análisis del Instituto presidido por Vargas Llosa, el fracaso de las reformas económicas de los noventa en América Latina, que no produjeron el crecimiento prometido, está impulsando a los países de la región hacia el otro extremo: el populismo. Como ejemplo, Hugo Chávez, el "aprendiz de dictador" venezolano, cuyo régimen, según Vargas Llosa, no durará "mucho tiempo" debido a la fortaleza de la oposición. "Yo creo que es una movilización que a la corta o a la larga, ojalá que sea a la corta, va a tener éxito y va a devolver a Venezuela a una democracia", añadió.
El objetivo del Instituto Internacional para la Democracia es contrarrestar esas reacciones negativas y modificar lo que Vargas Llosa considera como una "cultura" latinoamericana que, a su juicio, impide el desarrollo. Los ejemplos de Chile y de España demuestran que ese cambio es posible, según el novelista. "España, un país que hace 30, 40 años tenía prácticamente todos los problemas de los países subdesarrollados latinoamericanos, es hoy una democracia muy moderna y un país muy próspero", dijo.
México y Estados Unidos
A pesar de ser más de su agrado ideológicamente, Vargas Llosa también criticó al gobierno de Vicente Fox en México, que, a su juicio, ha producido "resultados importantes en el campo político, pero en el campo económico y social resultados muy mediocres". "El electorado mexicano está expresando este tipo de frustración y descontento con un gobierno que prometió muchas cosas importantes y ha producido pocos resultados", remarcó.
Vargas Llosa también criticó a Estados Unidos por su restricción de las libertades civiles tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. "Estamos aceptando que las reglas del juego no son las reglas del derecho, sino las reglas de la efectividad y el poder, y esto es extremadamente peligroso", afirmó. "La libertad es la principal herramienta para combatir el terrorismo", sentenció el escritor.
Creado hace un año en Madrid, el Instituto aglutina a más de veinte instituciones latinoamericanas, estadounidenses y españolas, e hizo su presentación pública en EEUU en el auditorio Friedrich Hayek del Instituto Cato, en Washington.