Los colombianos acudieron a las urnas para renovar el Congreso, en unas elecciones marcadas por una abstención superior al cincuenta por ciento del padrón electoral y sacudidas por algunos ataques aislados de terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pese a las fuertes medidas de seguridad desplegadas por las fuerzas armadas.
Por su parte, la Policía Nacional ha informado de que durante la jornada electoral se registraron 29 altercados en los departamentos de Putumayo, Arauca, Nariño, Norte de Santander, Chocó y Bogotá. Los agentes, indicó el director operativo de la corporación, el general Alberto Ruiz García, detuvieron a 33 personas por delitos contra el sufragio y 55 más por acciones terroristas.
Entre los incidentes se contabilizaron ataques incendiarios a autobuses y explosiones, aunque nada de ello perturbó la jornada electoral. Ni siquiera el apagón que sufrieron cinco departamentos de la región norte del país, atribuido a una sobrecarga en el sistema eléctrico, según dijo el comandante de la Primera División del Ejército, Eliseo Peña. Por otra parte, el ministro de Interior colombiano, Sabas Pretelt, señaló que cuatro torres de electricidad fueron derribadas aparentemente por las FARC.