LD (Agencias) El presidente Álvaro Uribe afirmó en Bogotá que el fracaso en las urnas del referéndum ha colocado al país en un momento "muy difícil". Subrayó que "el Gobierno respeta los resultados del referendo" pero advirtió de que tendrá que "buscar otras alternativas" para alcanzar los objetivos que perseguía con los quince apartados de esa consulta.
En su primera alusión pública al resultado de la jornada electoral del sábado pasado, cuando los colombianos fueron a las urnas para votar en el referendo, el presidente dijo que insistirá en el programa de reformas que buscó implantar por la vía de las urnas. Uribe destacó en su alocución que "cerca de doce millones de colombianos se manifestaron de forma pacífica" en la doble jornada de comicios del fin de semana, que incluyó el día 26 con las elecciones regionales. "Esa fue una demostración de que, en Colombia, los votos tienen valor y las balas no", agregó el gobernante, y apuntó que se trató de "un acto de participación popular sin antecedentes". Sin embargo, Uribe se lamentó de forma tácita del fracaso del referendo, que según los escrutinios preliminares, no logró reunir los poco más de 6,2 millones de votos válidos que necesitaba cada una de las quince preguntas que lo componían.
Con esa consulta, Uribe buscaba el respaldo para un programa de reformas políticas y fiscales, mediante las cuales pretendía ahorrar 7.000 millones de dólares en los próximos ocho años. La congelación temporal del gasto y de los salarios y pensiones en el sector público, la reducción del Congreso, la eliminación de los tribunales de cuentas regionales y la supresión de los despachos locales del Ministerio Público, entre otras, centraban las propuestas de naturaleza fiscal. En el ámbito político, el referendo buscaba decretar la muerte política de los corruptos, fortalecer los partidos políticos y establecer más causales de inhabilitación para el ejercicio de cargos estatales.