LD (EFE) Tras reunirse con la jerarquía de la Iglesia católica de Colombia, el presidente Álvaro Uribe, anunció que aceptó que los obispos entablen un "prediálogo" entre los terroristas de las FARC y el ELN. El mandatario, que no puso condiciones como en otras veces, dijo confiar en que las conversaciones iniciales lleven al silencio de los fusiles.
"El Gobierno acepta el esfuerzo que la Iglesia haga para que se dé un 'prediálogo' que conduzca al cese de hostilidades", dijo Uribe, tras reunirse con el presidente de la Conferencia Episcopal colombiana, Luis Augusto Castro. Agregó que si se da los contactos sugerido por los obispos, el Ejecutivo ofrecerá todas las garantías de seguridad para las reuniones correspondientes
El presidente colombiano analizó con los obispos los últimos intentos de acercamiento con el ELN y reiteró su disposición para comenzar un proceso de diálogo serio y con voluntad. Sin embargo, recriminó el asesinato, la semana pasada, de dos sacerdotes que cayeron en una emboscada tendida por miembros de esa organización. Fue "un error de inteligencia y cálculo", indicó.
La propuesta es válida también para las FARC, la principal organización armada del país, y con la que se busca un "acuerdo humanitario" para poner fin al secuestro, de varios años, de decenas de personas. Los terroristas pretenden intercambiar a sesenta "canjeables", de ellos varias decenas de políticos como la candidata presidencial Ingrid Betancourt, soldados y policías, y tres estadounidenses, por unos quinientos de sus miembros presos.