LD (EFE) El último atentado terrorista en Irak se produjo después del mediodía de este lunes en el barrio Al-Adamiya, en el norte de Bagdad, donde un coche-bomba hizo explosión cerca de la Facultad de Medicina de Ibn al Haizam. Ocho personas murieron y otras diecisiete resultaron heridas.
Fuentes de la Policía iraquí indicaron que la mayoría de las víctimas mortales eran estudiantes de dicha facultad. Los informantes añadieron que una explosión similar se produjo poco después en el mismo barrio, pero se desconoce hasta el momento si hubo víctimas.
En Al-Kadimiya, otro barrio del norte de Bagdad, siete personas murieron y nueve están heridas en la explosión de una bomba colocada debajo de un coche privado. En este ataque varias tiendas y vehículos aparcados en el lugar de la explosión quedaron dañados. Otros tres civiles perdieron la vida y cinco personas resultaron heridas, tres de ellas policías, en un atentado suicida con coche-bomba contra una patrulla de las fuerzas de seguridad iraquíes en el Masbah, en el centro de la capital.
En Yarmuk (oeste), tres personas murieron cuando un grupo de pistoleros ametralló el coche en el que viajaban por una carretera de este barrio, mientras que otros dos iraquíes fallecieron en la explosión de dos bombas en Karada (centro).
La Policía iraquí había informado de la muerte de once obreros en la explosión de una bomba colocada en el autobús en el que se trasladaban por una carretera cercana a la ciudad de Baquba, a 65 kilómetros al norte de la capital. El autocar trasladaba a unos cuarenta obreros que trabajaban en una base militar conjunta del Ejército iraquí y de EEUU.