LD (EFE) Tres atentados terroristas en Pakistán se han cobrado la vida de 59 personas. El primer ataque ha tenido lugar cerca de una comisaría de Policía de la ciudad de Hangu, en la Provincia Frontera Noroeste. Un coche-bomba ha explotado cerca de la comisaría de Policía provocando la muerte de nueve personas. Según las autoridades, entre las víctimas hay cuatro civiles y veintiocho heridos que se encuentran hospitalizados.
Poco después, en la carretera RCD del distrito de Hub, en la conflictiva provincia de Baluchistán, una bomba estallaba al paso de un convoy de ingenieros chinos. El inspector general de la Policía fronteriza, el general Salim Ullah, ha indicado que la potente explosión destruyó dos vehículos y provocó la muerte de 32 personas, en su mayoría policías y agentes de seguridad.
Ullah explicó que el artefacto fue activado a control remoto "dos o tres" segundos después de que pasara el autobús de los ingenieros. Los ciudadanos chinos no sufrieron daño alguno y fueron trasladados a un lugar seguro. En el lugar del ataque quedaron destruidos cuatro vehículos de la escolta policial, quince autos y motocicletas particulares, además de veinticinco casas y tiendas que se encontraban en las proximidades
El hecho de que los ingenieros circularan cada mañana por la carretera RCD, que une Baluchistán con la ciudad costera de Karachi, en la región del Sindh, llevó a Ullah a asegurar que el acto era premeditado y que ellos eran el objetivo del ataque. Además, vinculó el atentado a una acción de venganza por la crisis de la Mezquita Roja, un centro radical islámico en Islamabad que fue asaltado por el Ejército la semana pasada.
En el tercer atentado murieron dieciocho personas -quince de ellas militares- y otras dieciséis resultaron heridas, seis de ellas de gravedad. La acción terrorista suicida ocurrió en una mezquita en Kohat, noroeste de Pakistán, cerca de un cuartel informó el Ministerio del Interior.
En el momento de la detonación numerosas personas se encontraban efectuando los rezos nocturnos. El jefe religioso del templo y dos niños también figuran entre las víctimas mortales. El ministro paquistaní del Interior, Aftab Ahmed Khan Sherpao, dijo que numerosos soldados acuden a los rezos de la mezquita, que se encuentra muy cerca del cuartel de entrenamiento del Ejército en Kohat.
La crisis de la Mezquita Roja ha desencadenado como respuesta una brutal ola de atentados en Pakistán, que ha causado ya más de cien muertos, hasta el punto de que el viceministro de Información dijo el martes que el Gobierno estudiaba incluso la posibilidad de declarar el estado de excepción. Horas después Musharraf descartó esa posibilidad.