LD (Agencias) Según fuentes militares británicas soldados pertenecientes al Primer Batallón Real de Guardafronteras Escoceses llegaron a la barriada de Ali al Gharbi, a 250 kilómetros al sureste de Bagdad, para detener a dos hombres acusados de actividades contrarias a las fuerzas de la coalición.
Cuando se disponían a regresar, el convoy se encontró con una barrera de vehículos en la aldea de Ali al Charki, lo que los obligó a tomar otra carretera en la que unos treinta hombres les cortaban el camino. Los soldados descendieron los vehículos y empezaron a ser rodeados por la multitud que se encontraba a un centenar de metros. Entonces efectuaron disparos de advertencia. Los iraquíes respondieron con armas ligeras y granadas del tipo RPG.
"Durante el breve intercambio de disparos, podemos confirmar que un soldado fue herido de muerte y otro presenta una herida grave en un mano", señaló un portavoz del Ejército y añadió que el herido ya "ha recibido tratamiento médico y se encuentra estable" mientras que diez personas han sido detenidas. El Ejército británico ha abierto una investigación sobre el suceso, que eleva a cincuenta el número de soldados británicos muertos desde que comenzó el conflicto en Irak.
Cuando se disponían a regresar, el convoy se encontró con una barrera de vehículos en la aldea de Ali al Charki, lo que los obligó a tomar otra carretera en la que unos treinta hombres les cortaban el camino. Los soldados descendieron los vehículos y empezaron a ser rodeados por la multitud que se encontraba a un centenar de metros. Entonces efectuaron disparos de advertencia. Los iraquíes respondieron con armas ligeras y granadas del tipo RPG.
"Durante el breve intercambio de disparos, podemos confirmar que un soldado fue herido de muerte y otro presenta una herida grave en un mano", señaló un portavoz del Ejército y añadió que el herido ya "ha recibido tratamiento médico y se encuentra estable" mientras que diez personas han sido detenidas. El Ejército británico ha abierto una investigación sobre el suceso, que eleva a cincuenta el número de soldados británicos muertos desde que comenzó el conflicto en Irak.