Cuando un ciudadano decide refugiarse en la embajada de un país para posteriormente pedir asilo político, el procedimiento es el siguiente: la embajada recibe al interesado y después de revisar sus antecedentes (penales o de carácter político) posteriormente envía una nota diplomática al Gobierno solicitando la concesión de dicha solicitud. Ese es, en términos generales, los pasos a seguir.
Sin embargo, este caso tiene sus particularidades. La principal es que Zelaya ha decidido entrar en una delegación diplomática de un país que no ha reconocido al Gobierno de Roberto Micheletti. Incluso emitió un comunicado en el que hacía un paréntesis en las relaciones bilaterales con Honduras. Al no reconocer al nuevo Ejecutivo, no se sabe cómo podría dirigirse a un Gobierno al que no ha reconocido para hacer efectiva una hipotética solicitud de asilo político.
Todas las acciones que hasta ahora ha realizado Zelaya han estado dirigidas desde Caracas, por lo que no es difícil concluir que Chávez podría estar detrás de esta nueva entrada ilegal del ex presidente a territorio hondureño. Lo hizo el 24 de julio al ingresar por la frontera con Nicaragua sólo dos horas y también en su intento de aterrizar en el aeropuerto de Tegucigalpa a bordo de un avión de Hugo Chávez.
Cuando aún no se había confirmado la entrada de Zelaya, el presidente Micheletti acusó a Zelaya de hacer "terrorismo mediático" y así convocar a sus seguidores frente a la embajada de Brasil. Según el mandatario, la idea de Zelaya es movilizarlos y así provocar nuevos altercados pese a sus supuestos mensajes de "diálogo".
Lo que ocurrirá ahora es una incógnita. En el caso de que Zelaya pida asilo político, Brasil tendría que reconocer al Gobierno de Micheletti y en el caso de intentar huir, sería detenido por el Ejército que resguarda la embajada ya que existe un procedimiento judicial abierto en su contra y existe también una orden de captura. Si no se formalizara la solicitud para Zelaya, Brasil tendría en sus manos un grave problema ya que estaría dándole refugio a un prófugo de la Justicia por lo que si el Poder Judicial hondureño lo solicita jurídicamente, en principio tendría que entregarlo.
Lo seguro es que Zelaya ha devuelto la inestabilidad a Honduras en las últimas horas, algo que tal vez fue su principal objetivo cuando tomó la decisión de entrar al país y refugiarse en la embajada brasileña.