Una coordinadora de solidaridad con el Sáhara dice que Zapatero está contribuyendo al "retorno de las armas"

 

Chantaje marroquí

 

"Mientras los saharuis de los territorios ocupados resisten a  la presión marroquí", asegura José Taboada, "aquellos que se encuentran en el exilio aguantan la hostilidad del desierto, donde al menos sus vidas no corren peligro". Hay dos saharas, la ocupada y la liberada, y una España que "claudica" al chantaje de Marruecos, se lamenta. Esa postura del Gobierno socialista, continúa, "no es ética, tampoco inteligente. Es peligrosa ya que mantiene un status quo que genera aún más pobreza en vez de dar un empujón al Sáhara hacia el progreso económico". Tantos años de sufrimiento, se lamenta el presidente de CEAS-SAHARA, para que luego haya que "avergonzarse" por el espaldarazo español a un plan que no contempla la independencia, premisa en la solución de este conflicto, que sí incorporó James Baker en su propuesta, aceptada, en principio por todas las partes.

 

Taboada se vuelve a preguntar: "¿Por qué los saharauis no pueden gozar, como todo ciudadano, del minuto de libertad que te permiten las urnas?, ¿tanto le debe España al Gobierno de Marruecos?"  Según el coordinador, "sí,  y el precio lo pagan los saharauis, moneda de cambio, con la que el Gobierno español protege los acuerdos alcanzados con Marruecos en materia de pesca, inmigración o terrorismo, o también para evitar cualquier enaltecimiento sobre la cuestión de Ceuta y Melilla". Además, dice que el reino de Mohamd VI amenaza, ya no sólo a España, sino a otros países de la Unión Europea y EEUU .

 

Bajo ese contexto, advierte que existe "la posibilidad de que Marruecos pueda convertirse en una república de perfil islamista si llegan a perder el Sáhara Occidental". Ante las dificultades que encierra este panorama, denuncia que el Gobierno socialista prefiere "alinearse con los planes del Reino de Marruecos, que no son otros que legitimar ante la ONU su ocupación ilegal".

 

 

Desde la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara, los saharahuis se muestran optimistas con que el plan elaborado unilateralmente por Marruecos no trascienda en las Naciones Unidas. Asegura su presidente que la presión social "interrumpirá al Gobierno a que se  pliegue a las maniobras marroquíes que buscan dilatar el conflicto para así anexionarse los territorios del Sáhara". Para Taboada es "inexplicable", como aseguró el presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados, que la solución sea aceptada por ambas partes cuando Marruecos ha rechazado cada  resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU.