LD (EFE) El presidente de la Asociación de Violaciones Graves de los Derechos Humanos en el Sahara, Brahim Dahán, aseguró que la Policía marroquí "quemó vivo" el pasado domingo a Saadi Salek, un supuesto independentista que estaba siendo interrogado en la sede judicial de El Aaiún.
Según esa asociación, las quemaduras se produjeron cuando varios policías rociaron al detenido con gasolina y posteriormente le acercaron una llama para amedrentarle, práctica que es un "método de tortura utilizado en ocasiones por la Policía". Explicó que "en el informe anual de nuestra asociación, se recogen al menos diez testimonios de personas, entre ellos el de una chica de dieciséis años, que sufrieron este método de tortura, aunque sin resultar quemados".
Aunque la prensa marroquí ha informado de este suceso, la versión que ha ofrecido ha sido totalmente diferente de la que defiende la asociación de derechos humanos. Los periódicos recogían el relato hecho por la agencia oficial de noticias marroquí MAP, que citaba a su vez un comunicado de las autoridades regionales de El Aaiún.
En la nota oficial se atribuía la responsabilidad del suceso al detenido, a quien se acusaba de haber lanzado una botella de líquido inflamable contra el comisario principal de El Aaiún Hamid Bahri, que también resultó quemado. Según esta versión, Salek fue detenido por alterar el orden público al intentar entrar por la fuerza en la celebración de una boda. Tras ello, prosigue el relato oficial, el detenido y sus acompañantes recibieron a pedradas a una patrulla de la Policía que acudió al lugar.