L D (EFE) Tras una semana en un extraño suspenso, en la que los candidatos siguieron adelante con sus campañas sin saber a ciencia cierta cuándo se produciría su cita con las urnas, las elecciones serán el día que estaba previsto. Tres jueces del Tribunal de Apelaciones federal de San Francisco crearon este punto muerto el lunes de la semana pasada, cuando decidieron frenar el proceso ante los temores de que las anticuadas máquinas perforadoras de votos produjesen demasiados errores si las elecciones se celebraban en octubre.
Los jueces apuntaron la conveniencia de retrasar los comicios ya que los condados están obligados por ley a disponer de máquinas más modernas. Sin embargo, en vista del revuelo que originó la decisión, el citado tribunal al completo, uno de los más liberales del país, dijo el viernes que reconsideraría la polémica decisión de retrasar la elección, en la que también se celebrará un referendo sobre la continuidad del gobernador, el demócrata Gray Davis. Los californianos en un voto paralelo escogerán gobernador, pero esa elección sólo será válida si Davis pierde el referendo.
Tras escuchar los argumentos de uno y otro bando en una sesión retransmitida en directo –algo muy inusual y a lo que los magistrados accedieron por el enorme interés público del caso–, los jueces decidieron unánimemente hoy verde a la celebración del referéndum en octubre. Además, la Unión para la Defensa de las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), la organización de defensa de los derechos civiles que pidió a los jueces que retrasasen los comicios de California, anunció que no apelará ante el Tribunal Supremo de EEUU.
Los jueces apuntaron la conveniencia de retrasar los comicios ya que los condados están obligados por ley a disponer de máquinas más modernas. Sin embargo, en vista del revuelo que originó la decisión, el citado tribunal al completo, uno de los más liberales del país, dijo el viernes que reconsideraría la polémica decisión de retrasar la elección, en la que también se celebrará un referendo sobre la continuidad del gobernador, el demócrata Gray Davis. Los californianos en un voto paralelo escogerán gobernador, pero esa elección sólo será válida si Davis pierde el referendo.
Tras escuchar los argumentos de uno y otro bando en una sesión retransmitida en directo –algo muy inusual y a lo que los magistrados accedieron por el enorme interés público del caso–, los jueces decidieron unánimemente hoy verde a la celebración del referéndum en octubre. Además, la Unión para la Defensa de las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), la organización de defensa de los derechos civiles que pidió a los jueces que retrasasen los comicios de California, anunció que no apelará ante el Tribunal Supremo de EEUU.