La explosión, ensordecedora, tuvo lugar a las 08.30 (04.00 GMT) y dejó una densa nube de humo blanco en torno a la zona del cuartel general de la ISAF -misión militar bajo mando de la OTAN- y la embajada estadounidense en la capital afgana.
Según dijo el portavoz de Defensa Zahir Murad, el suicida hizo estallar los explosivos a bordo de un vehículo que usó para llegar hasta los edificios, que cuentan con férreas medidas de seguridad.
Los terroristas talibán asumieron la autoría del ataque. El objetivo del suicida era atacar la embajada de Estados Unidos y el cuartel general de la ISAF. "(El ataque) fue ejecutado con un todoterreno cargado con 500 kilogramos de explosivos", precisó el portavoz de los terroristas.
Los canales locales emitieron imágenes de los equipos de bomberos y los servicios de rescate esforzándose por apagar el incendio causado por la explosión, entre los bloques de cemento y barreras de seguridad que protegen la zona, en el barrio de Wazir Akbar Khan.
En un comunicado, la ISAF confirmó el ataque y aseguró que entre los heridos hay soldados internacionales, aunque precisó que ningún miembro del personal de la OTAN ha fallecido en el atentado.
La ciudad está sometida a una fuerte presencia de las tropas afganas y de la Policía local, que vigila los edificios gubernamentales y controla el acceso a las vías donde tienen sus sedes las embajadas extranjeras.
El día 4 de agosto ya impactaron ocho proyectiles lanzados por supuestos talibanes en Kabul, algunos de ellos en el mismo barrio atacado este sábado.
Afganistán celebrará el próximo 20 de agosto las elecciones presidenciales y a los consejos provinciales, pero los terroristas talibanes han pedido a la ciudadanía que boicotee los comicios y están orquestando atentados en todo el territorio, especialmente contra las fuerzas extranjeras y afganas.