LD (EFE) El Tribunal Superior de Londres desestimó los argumentos que la defensa del marroquí Farid Hilali presentó para evitar su extradición. Los abogados alegan que la revisión que estudia el Supremo español de la sentencia del principal condenado, Imad Eddin Barakat Yarkas, alias "Abu Dahdah", cuestiona el proceso judicial que se sigue en España. Además, la defensa de Halili, de 38 años, aseguró que su cliente corría el riesgo de ser entregado por el Estado español a Marruecos, donde se enfrentaría a torturas.
El juez Scott Baker consideró que todos esos argumentos no son suficientes para denegar la extradición. El sospechoso tiene ahora catorce días para recurrir la decisión ante la Cámara de los Lores.
Hilali, recluido en la cárcel de máxima seguridad de Whitemoor (este de Inglaterra), fue detenido por la Policía británica en junio de 2004 por una orden europea de arresto tramitada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
Garzón le reclama porque sospecha que Hilali telefoneó a "Abú Dahdah", el "cerebro" de la "célula española" de la organización terrorista Al-Qaeda, unas semanas antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU, que causaron más de tres mil muertos.
La transcripción telefónica hace pensar a las autoridades que el marroquí participó en un comando entrenado en el pilotaje de aviones días antes de los ataques del 11-S y que pudo dirigir algunas actividades de Al-Qaeda.
El juez Scott Baker consideró que todos esos argumentos no son suficientes para denegar la extradición. El sospechoso tiene ahora catorce días para recurrir la decisión ante la Cámara de los Lores.
Hilali, recluido en la cárcel de máxima seguridad de Whitemoor (este de Inglaterra), fue detenido por la Policía británica en junio de 2004 por una orden europea de arresto tramitada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
Garzón le reclama porque sospecha que Hilali telefoneó a "Abú Dahdah", el "cerebro" de la "célula española" de la organización terrorista Al-Qaeda, unas semanas antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU, que causaron más de tres mil muertos.
La transcripción telefónica hace pensar a las autoridades que el marroquí participó en un comando entrenado en el pilotaje de aviones días antes de los ataques del 11-S y que pudo dirigir algunas actividades de Al-Qaeda.